Duelo dramático para salir de los puestos de descenso. Tras una semana en la que se ha hablado mucho más de cuestiones extradeportivas que del mediocre rendimiento en el terreno de juego, toca olvidar con una victoria el mal trago de Sevilla y escapar de la zona caliente, en la que se entró ayer tras la victoria del Rayo ante el Girona.

LA ENFERMERÍA NO TERMINA DE VACIARSE

Es imperiosa la necesidad de vencer al Elche esta tarde. El partido se afronta tras operación de Domingo Cisma, que salió según lo previsto y estará nueve meses de baja. Con la participación de Luso en duda hasta última hora (va convocado pero no entrenó el viernes) la gran novedad es la vuelta de Deivid, que por fin ha visto desbloqueada su situación tras cinco meses sin ponerse la elástica blanquiverde. Juli, sin embargo, no ha llegado a tiempo y se queda fuera.

No hay excusas de todos modos para que los tres puntos queden en casa. Cada partido que se juegue en el Arcángel es vital para amarrar como locales una permanencia que comenzó a ponerse en duda precisamente en el feudo cordobesista. Tras cinco meses sin ser capaces de ello, las victorias ante el Alcorcón y el Zaragoza permitieron un leve respiro, que debe confirmarse ahora venciendo al Elche para dejar de mirar el precipicio y comenzar a recuperar puestos en la tabla.

Para ello, Carrión apela a una filosofía más contenida: quiere un equipo «que no conceda mucho al rival» aunque sin llegar a ser «plano». El técnico cordobesista sabe que el bloque genera oportunidades, pero debe ser más eficaz de cara a portería para que las victorias vayan por fin cayendo en su cesto. Y unir a ello la necesidad de mejorar las prestaciones atrás. La máxima la dejó clara el barcelonés en rueda de prensa: «defender bien y seguir generando ocasiones».

UN RIVAL PELIGROSO

El Córdoba tiene un coeficiente de menos de un gol por partido y su máximo goleador, Rodri, apenas ha alcanzado la decena. Son sin embargo otros como Piovaccari, Alfaro o Pedro Ríos los que deben aportar más en ataque para que las cuentas salgan, y la primera oportunidad es frente a los ilicitanos, que son el segundo máximo goleado de la categoría, solo por detrás del colista.

No hay que llevarse a equívocos con los pupilos de Toril, muy peligrosos a domicilio y sin las urgencias de los locales. Vencieron en dos de sus tres últimas salidas (Lugo y Tarragona) y solo hincaron la rodilla ante el todopoderoso Levante.

Su juego es ofensivo y con especial énfasis en las entradas por banda gracias a la rapidez y el talento de Borja Valle y Hervías. Y arriba, el incombustible Nino. La sensible baja de Pelayo hará que el entrenador cordobés deba colocar a Valle en la mediapunta y dar paso a un excordobesista, Pedro, en la diestra.

ROTACIONES

Carrión, por su parte, deja hasta el final la incertidumbre de si apostará por seguir con los tres centrales, dando entrada a Deivid junto a Caro y Rodas, o pasará a jugar con defensa de cuatro. Piovaccari cuenta con muchas posibilidades de recuperar la titularidad acompañando a Rodri en la punta. Entraría por Alfaro, cuyas actuaciones en las últimas semanas han sido discutidas.

Por otro lado Kieszek, pese a su fallo en el Pizjuán, seguirá defendiendo la portería blanquiverde.

El Arcángel recibirá a varias caras conocidas de la afición cordobesista entre la expedición ilicitana: Juan Carlos y Pedro, dos de los héroes del ascenso de 2014, y el cordobés Toril dirigiendo al equipo.

No, es sin embargo, un partido que se preste a los recibimientos y homenajes. La tensión es máxima para el Córdoba, que solo venciendo hoy podrá seguir teniendo oxígeno que respirar.