No pinta nada bien la situación de Iker Casillas en el Oporto, club que parece decidido a desprenderse del portero español por su elevada ficha (unos cinco millones de euros) atenazada como anda la entidad portuguesa por la UEFA para hacerle cumplir el 'fair play' financiero.

El mal momento para el exportero del Madrid, como explica 'El País', llega cuando se encontraba en un gran momento de forma: respetado y admirado por los aficionados, Casillas es el portero menos batido de Portugal y en septiembre batió el récord de imbatibilidad histórico de su club, superando los 530 minutos sin ver perforada su portería.

Con la mente en el Mundial

Pero ni estos registros han servido para que Casillas haya sido suplente en los últimos tres partidos (uno de ellos de Champions), una decisión que el entrenador, Sergio Conceiçao, ha justificado por "razones técnicas" pero que casi todos intuyen que el motivo va mucho más allá del estrictamente futbolístico.

Casillas, que ya buscó una salida en verano para ir a un equipo más competitivo, sobre todo en Europa, para firmar una buena temporada y ganarse la confianza del seleccionador Julen Lopetegui para el Mundial, no halló finalmente la oferta deseada y renovó por el Oporto, club que ahora le relega a la suplencia con el propósito de forzar su salida y desprenderse de su elevada ficha.