Ha pasado un mes y medio desde el debut oficial en esta temporada de Luis Miguel Carrión como entrenador del primer equipo blanquiverde, con aquel 2-0 copero que le endosó al Málaga, al que finalmente eliminó tras ganar 3-4 en el encuentro de vuelta en La Rosaleda. En este mes y medio, el Córdoba ha disputado a sus órdenes ocho encuentros, cuatro de Liga y otros tantos en Copa, con lo que ya se puede ir haciendo un pequeño balance de lo que ha supuesto el desembarco del catalán como relevo de José Luis Oltra en el banquillo cordobesista.

En cuanto al aspecto liguero, Carrión ha confirmado la mejoría que ya han experimentado otros equipos con el cambio de entrenador. Quizá no suficiente como para que el equipo, en este caso el Córdoba, lo note en la tabla clasificatoria, pero los siete puntos en cuatro partidos mejoran, por ejemplo, los primeros cuatro partidos de esta temporada con Oltra, en los que el Córdoba sumó cinco puntos. También ha cambiado el esquema: Carrión apuesta por un 1-4-1-4-1 en dentrimento del 1-4-4-1-1 de la pasada temporada de Oltra o el 1-4-2-3-1 con el que comenzó la actual.

En esos cuatro primeros partidos con el catalán, el equipo ha transmitido mejores sensaciones, intentos de tener algo de fútbol, sobre todo por dentro, una mayor llegada al área rival, en líneas generales y, en la línea de lo marcado por el club, una mayor apuesta por los chavales del filial. En este caso, Javi Galán y Esteve han sido los dos jugadores que parecen asentarse en el primer equipo cordobesista, aunque no son sólo ellos los que han condenado al ostracismo liguero a otros futbolistas, los profesionales. Pero es cierto que desde la llegada de Carrión, siete jugadores, un 33% de la plantilla profesional, suman menos minutos que un solo jugador: Esteve. El centrocampista del filial ha disfrutado en Liga de 187 minutos, mientras que Luso, Caballero, Alfaro, Guille Donoso, Bergdich, Caro y Samu de los Reyes han acumulado entre los siete 164 minutos, 23 menos que el joven Esteve Monterde. Es cierto que Samu o Caballero tampoco disfrutaron de muchos minutos con Oltra. En los últimos cuatro partidos con el valenciano en el banquillo, el lateral jugó 90 minutos y el vallecano sólo 46, pero el vuelco con los otros cinco ha sido evidente. Luso ha pasado de 352 minutos con Oltra a sólo 66. Caro, de 270 minutos a cero. Guille Donoso, de 248 a 58 minutos. Alfaro, de 288 a 40 y Bergdich, de 301 a cero.

Así, estos siete hombres suman entre todos prácticamente la mitad de los minutos que ha disfrutado otro jugador del filial: Javi Galán, que ha jugado en Liga 309 minutos. Pero el vuelco no se debe sólo a ellos dos, sino a la apuesta que además ha hecho Carrión por otros hombres. Mientras que Pedro Ríos se mantiene en la misma línea con uno y otro (101 minutos en los últimos cuatro partidos con Oltra y 111 en los cuatro primeros con Carrión), Edu Ramos, Héctor Rodas y Borja Domínguez son los hombres que más se han beneficiado con el cambio de técnico. Edu Ramos ha pasado de jugar sólo 46 minutos en los últimos cuatro duelos con Oltra a jugarlo todo, 360 minutos, con Carrión. Rodas, de 90 a 360 minutos y Borja Domínguez, de 25 a 301 minutos.

El problema defensivo, que ya se padeció la pasada temporada, se justifica ahora en lo «psíquico»

A pesar de ese vuelco en el sistema, de los hombres a utilizar y de la leve mejoría experimentada en algunos aspectos, otros continúan estando más que presentes. En esos cuatro encuentros de Liga, el problema defensivo sigue presente, con cinco goles encajados en cuatro partidos. El aspecto físico, una preocupación ya desde la pasada temporada, también castiga claramente al equipo, como ocurrió -combinado con otros factores- en el duelo casero ante el Cádiz. Y, a pesar del pequeño terremoto de Carrión, éste no ha encontrado el punto de calidad en la plantilla, en cada una de sus líneas, como para que el salto por el cambio de técnico fuera significativo. Mientras tanto, la lista de olvidados alcanza al 33% del plantel y algunos ya tienen la «puerta abierta», como reconoció el jueves Emilio Vega.