El Masters, la primera gran cita del calendario de golf, en la que el castellonense Sergio García defenderá el título, se iniciará este mismo jueves. Pero Augusta ya respira el ambiente de la de los grandes acontecimientos del año, aderezado por la vuelta de Tiger Woods.

Y uno de los acontecimientos que acompañan las primeras jornadas es la tradición implantada en los últimos años por los jugadores en el hoyo 16. Conforme van pasando los grupos de entrenamiento juegan el par tres pegándole a la bola a ras del agua, en lugar de lanzarla con un golpe alto.

La idea es que rebote varias veces en el agua y que acabe entrando en el green, lo más cerca posible de la bandera. Un acto más circense que otra cosa pero que hace las delicias del público.

En ese desafío particular, José María Olazábal, ganador dos veces de la chaqueta verde (1994 y 1999), fue uno de los jugadores que provocó el estallido del público con un increíble lanzamiento que rebotó cinco veces en el agua y acabó acomodándose a un palmo de la bandera. Una acción espectacular.