Aún no se saben nombres, se pueden imaginar puestos, pero la planificación de este Córdoba CF Córdoba CFdeja rastros de por dónde debe ir si se quiere tener algo de esperanza de que los blanquiverdes respondan la próxima temporada al nivel de exigencia autoimpuesto: colocarse en lo más alto de la tabla. No por lo que pueda ficharse, sino por las limitaciones que mantiene el actual plantel, con muchas fichas ocupadas y bastantes de ellas con un nivel económico que hipoteca, al menos en parte, las aspiraciones del nuevo cuerpo técnico en el club.

Con 17 fichas séniors, si el equipo comandado por el director general deportivo, Miguel Valenzuela, aspira a incorporar al menos a cinco, la cuenta es clara: tendrá que dar salida a media docena de futbolistas. Supuestamente, deberán cruzar los dedos para que el Logroñés ascienda y que Zelu siga en La Rioja la próxima temporada, al igual que Fernando Román. En caso de ascenso del Marbella, es más que posible que los de la Costa del Sol no ejerzan la opción de que el central continúe, por lo que el Córdoba CF tendría que acoger. En caso de que los marbellíes continúen una campaña más en Segunda B, las opciones aumentan. Pero incluso en el caso de que esos dos jugadores no vistan de blanco y verde la próxima campaña y con Raúl Cámara colgando las botas, el Córdoba tendría que negociar al menos con cuatro jugadores la rescisión de sus contratos si pretenden incorporar a esos cinco futbolistas.

Por lo tanto, es lógico pensar que las cinco fichas de sub-23 libres en el plantel cobran mayor importancia, si cabe. Pero no es fácil pensar que un jugador en formación, aunque con mucha proyección, pueda ser titular indiscutible, que tenga peso en el once titular de un equipo de Segunda B. El Córdoba CF, visto el panorama, necesitaría entre dos y cuatro jugadores jóvenes tengan especial relevancia la próxima temporada, vistas las dificultades globales de confección del plantel y del objetivo marcado.

Pero no es la tónica en Segunda B. Eliminando a los cuatro filiales que van a disputar las eliminatorias exprés por el ascenso a Segunda A (Barcelona B, Atlético B, Athletic B y Valladolid Promesas), apenas algo más de 20 jugadores menores de 23 años han tenido protagonismo en los 12 equipos restantes. Borja San Emeterio y Alberto Gil en el Atlético Baleares, Rodado y Rai en el Ibiza, Copete y Pipo en el Peña Deportiva, Iago López en el Logroñés, Eric Montes en la Cultural, Josep Calavera en el Castellón, Aarón Rey en el Sabadell, Becerra en el Cornellá, Redru en el Marbella o cierto protagonismo en Julio Gracia, Pina o Chris Ramos en el Badajoz.

Curiosamente, en la rueda de prensa telemática ofrecida por Miguel Valenzuela hace unas semanas, el director general deportivo puso como ejemplo el Cartagena. Pero precisamente el conjunto cartagenero ha sido la gran excepción entre los candidatos al ascenso de los cuatro grupos de Segunda B. Aparte de la llamativa irrupción de Carrasquilla, William, De Vega e incluso Jovanovic y Álex Martín han tenido un protagonismo notable en el conjunto blanquinegro, tanto con Gustavo Munúa como con Borja Jiménez, los dos técnicos que han tenido los departamentales en esta temporada, que finalizaron la Liga como líderes después de que en el último encuentro antes del confinamiento se impusieran en El Arcángel por 0-2 y dando una sensación clara de superioridad frente a los locales.

Por cierto, un encuentro en el que los visitantes alinearon nada menos que a cuatro sub-23 en su once titular, mientras que el conjunto blanquiverde saltó con un once en el que ocho jugadores sobrepasaban de 30 años y que, a la postre, supuso ser el segundo equipo titular más veterano de aquella jornada en Segunda División B.

Un éxito claro del Cartagena a la hora de confeccionar su plantel, el pasado verano, pero un espejo difícil de igualar, como se ha visto, por ejemplo, esta misma temporada entre los candidatos al ascenso a Segunda A. En el caso del Córdoba CF, se antoja que ese acierto, más allá de buscar el resultado deportivo, se convierte en necesidad debido a las hipotecas que mantiene el plantel, que son difíciles de regatear. De ahí que en el club de El Arcángel se necesite este verano una vista de lince.