Una seguidora del Barça, Sílvia Guerrero, se vio obligada a ver el partido en sujetador porque un agente de la Policía Nacional le requisó la camiseta que llevaba en favor de la libertad de los políticos catalanes presos. Así lo denunció ante las cámaras de TV-3 donde explicó que no le quedó más remedio que seguir la final en ropa interior porque no lleva ninguna otra prenda de recambio.

Al conocer el incidente el expresidente de la Generalitat, Carles Puidemont, protestó desde Bélgica por la situación que acababa de producirse en Sevilla a través de las redes sociales.