«Hay algo en el ambiente, algo alrededor del Córdoba que hace pensar que puedes sacar adelante todos los partidos, y eso nos pasaba a nosotros», aseguraba Rafa Navarro a Diario CÓRDOBA, hace once meses, rememorando su experiencia como futbolista en el regreso a Segunda, en la temporada 1999/00, la primera del equipo blanquiverde en la categoría de plata tras casi 18 años de ausencia. Rafa Navarro se formó en las categorías inferiores blanquiverdes, pero pronto se marchó al juvenil del Sevilla, con el que llegó a ganar la Copa del Rey y fue su capitán. Tras ese éxito regresó para vestir de blanquiverde durante tres temporadas, en las que jugó más de 40 partidos y anotó siete goles en Segunda B, aunque volvió a marcharse, en esta ocasión al Real Jaén, con el que jugó 24 partidos, también en Segunda B, y anotó dos goles. De allí recaló en el Sporting de Gijón, en donde no tuvo suerte, por lo que volvió a hacer las maletas para firmar en el Villarreal, en Segunda División, en donde jugó ocho partidos en la temporada previa al ascenso de los amarillos a Primera División. El Recreativo de Huelva le llamó para su proyecto de ascenso a Segunda División, éxito que logró con gran protagonismo en el equipo de Caparrós y con nutrida compañía cordobesa: Alfonso Espejo, Rodolfo o Puntas integraban la escuadra cordobesa que consiguió el ascenso del Decano. Y de ahí, regreso al Córdoba, con el que consiguió en la siguiente campaña otro ascenso a Segunda, histórico, en Cartagena. Además, se mantuvo cuatro temporadas más como blanquiverde, siendo capitán y firmando partidos y jugadas que aún se guardan en la retina. Su retirada llegó en la 2005/06, en el Villanueva, entre otros, con uno de los actuales capitanes del Córdoba, Javi Lara.

En diferentes entrevistas, tanto en este medio como en otros, el nuevo entrenador del Córdoba no escondía que ser técnico del club de su tierra era un «sueño». Ahora le llega la oportunidad otorgada por el presidente, Jesús León, tras consultas con su director deportivo, Rafa Berges, y a pesar de alguna voz que mostraba sus dudas por su inexperiencia.

Lo más destacado en los banquillos que ha realizado Rafa Navarro lo protagonizó en el Espeleño, al que con un presupuesto más que limitado, subió de la Primera Andaluza a Tercera División, lo mantuvo dos temporadas y en una de ellas se quedó al borde de entrar en las eliminatorias de ascenso a Segunda B.

Desde el pasado verano formaba parte del organigrama técnico del club como director de cantera y muchos lo vieron como futuro entrenador del filial blanquiverde. De hecho, anduvo cerca no hace tanto de serlo, pero finalmente su destino estará en el primer equipo.

«Había gente importante en aquel vestuario, de los que apretaban, porque esa gente es importante tenerla en la caseta», recordaba Rafa Navarro sobre una campaña en la que el Córdoba terminó salvando la categoría marcando un récord de jornadas invicto. «No se podía relajar nadie y era un vestuario muy competitivo», comentaba el hoy entrenador del primer equipo blanquiverde. Esa será su tarea a partir de ahora: elevar el nivel competitivo de un equipo que debe sumar la mitad de los puntos que va a disputar de aquí a final de temporada. Son las cuentas de la salvación que ha de hacer este Córdoba, que se ha puesto en manos de uno de sus históricos para volver a apelar a la épica. Pero tendrá que hacerlo desde la calma y, sobre todo, desde la seguridad que ha de ganar este Córdoba en zona defensiva. También, cómo no, con el apoyo de El Arcángel, que tan bien conoce. Que no le despierten de su sueño que, al fin y al cabo, es el de todos los cordobesistas.