Garbiñe Muguruza jugará este domingo su segunda final del año, en busca de un nuevo título que acompañe el conseguido hace unas semanas sobre la hierba de Wimbledon. La tenista hispanovenezolana prosigue su magnífica trayectoria en el Premier Mandatory de Cincinnati y, tras apartar de su camino a la estadounidense Madison Keys y a la rusa Svetlana Kuznetsova, este sábado ha eliminado con autoridad en semifinales a la número 1 mundial, la checa Karolina Pliskova, en dos sets directos, por 6-3 y 6-2. Muguruza jugará contra la vencedora del partido entre la estadounidense Sloane Stephens (que llegó al torneo con una invitación) y la rumana Simona Halep (segunda cabeza de serie).

Muguruza, cuarta favorita del torneo y sexta del ránking mundial, ha mejorado las semifinales alcanzadas en Cincinnati el año pasado, donde fue precisamente Pliskova quien la apartó de la final. Además, la checa había ganado seis de los siete enfrentamientos anteriores con la caraqueña, todos desde la única victoria, hasta este sábado, de Muguruza, conseguida en Roland Garros 2013.

El resultado de este sábado es importante, además, porque Muguruza luchará en el inminente Abierto de EEUU por alcanzar el número 1 del ránking mundial, algo que tiene a su alcance. Incluso podría darse la circunstancia de que al final del torneo neoyorquino haya dos españoles al frente del tenis mundo, con Rafael Nadal mandando en el apartado masculino. Halep también está en la lucha por la primacía mundial, que arrebetaría a Pliskova esta misma semana si logra el título de Cincinnati.

Muguruza, de 23 años, está completando un gran año, ya que además del título de Wimbledon acumula ahora la final de Cincinnati y semifinales en Brisbane, Roma, Birmingham y Stanford.

Este sábado ha jugado uno de sus partidos más completos, dominando en todas las facetas del juego a Pliskova, de 25 años y defensora del título en Cincinnati, una de sus tradicionales 'bestias negras', y doblegándola en ambos sets con un juego muy completo, seguro y agresivo, si bien ha necesitado irse hasta el quinto punto de partido para adjudicarse el encuentro sobre servicio de la altísima jugadora checa.