Garbiñe Muguruza cayó, contra todo pronóstico, ante la checa Karolina Muchova (3-6,6-4, 6-4) , número 202 del ránking de la WTA y que accedió a la fase final del Abierto de Estados Unidos después de superar la previa. La española empezó bien. Se puso 5-0 arriba en el primer set y, pese a una rotura en su contra, se lo acabó llevando con comodidad. Pero la película cambió. Empezó la segunda manga a remolque y, pese a recuperarlo, acabó cediéndolo cuando sacaba para poner el 5-5 en el marcador.

Muguruza no se encontró cómoda en ningún momento. De hecho, no pareció ella porque no mostraba los síntomas más reconocibles de su juego. Falta de potencia y con dificultades a la hora de moverse con la pista daba a alas a su rival. Y Muchova no lo desaprovechó. Garbiñe se puso con un ‘break’ a favor en el tercero pero fue un espejismo. La checa remontó y se llevó el encuentro. Tras el partido, la española no se mostró descontenta con su partido: «Mi juego no le afectó, estaba jugando muy bien y mi nivel aún no está ahí. Disputamos buenos puntos y se creció y jugó aún mejor. La próxima vez, jugaré mejor para vencerla», declaró después del encuentro.

SORPRESA INESPERADA

El nombre propio, en cuanto a la alegría, es el de Fernando Verdasco. El tenista madrileño derrotó a Andy Murray (5-7, 6-2, 4-6, 4-6) en tres horas y media de partido. El británico, exnúmero 1 del mundo, apenas ha podido jugar en 2018 por culpa de una sucesión de lesiones en la cadera y, en Nueva York, volvía a disputar un Grand Slam, cosa que no hacía desde Wimbledon del año pasado.

Aún así, Murray mostró su mejor tenis en algunos momentos del partido. Fer se llevó el primer set y el escocés respondió en el segundo con su mejor arma: el revés. Pero no fue regular. Verdasco se adjudicó la tercera manga gracias a los numerosos errores no forzados y, en el cuarto y definitivo set, fue superior en todo momento. Aún así, el último juego no estuvo exento de emoción ni polémica. Murray desaprovechó tres bolas de break y Verdasco tres de partido, con una doble falta incluída. Pero la suerte, al final, favoreció al madrileño.