El alpinista japonés Nobukazu Kuriki, que perdió nueve de sus 10 dedos de las manos en el Everest, ha muerto en su octavo intento de escalar el techo del mundo, anunció el lunes su expedición. El montañero japonés de 35 años, que había subido solo y sin botella de oxígeno y había superado los 8.000 metros, se encontró indispuesto a causa de la altitud por lo que decidió iniciar el descenso. Sin embargo, la expedición perdió contacto con él. Él es la tercera persona en morir en el Everest en lo que va de año.

"Kuriki dejó de responder a las comunicaciones de radio y no pudimos localizar señales suyas ni visualizar sus luces por la noche", dijo su equipo en una publicación a través de Facebook. La expedición enviada a su búsqueda "encontró el cadáver de Kuriki con signos de congelación", agregó la misma fuente.

EL ACCIDENTE DEL 2012

El domingo por la noche, el alpinista había alcanzado una altitud de 7.400 metros y superados los 8.000 metros se disponía a coronar la cima. El Everest siempre se le había resistido a Kuriki. En su cuarto intento, en el 2012, sufrió una severa congelación y perdió nueve de sus 10 dedos. Más de 400 personas ya han alcanzado la cima del Everest en esta temporada de primavera que ofrece temperaturas y climas menos extremos que el resto del año. La denominada temporada alta finaliza a finales de mes.