El Córdoba sigue preparándose de cara al partido del mañana a las 18.00 horas ante el Reus. Ayer se entrenó a puerta cerrada en el estadio El Arcángel, a las órdenes de su entrenador Curro Torres, y durante toda la tarde directiva, cuerpo técnico y empleados estuvieron atentos a la decisión de la RFEF, que finalmente rechazó el aplazamiento del partido.

Así las cosas, el Córdoba debe ganarse en el campo los tres puntos, y para ello debe mejorar sus estadísticas ofensivas para hacer buena la merma de goles recibidos desde que Curro Torres llegase al banquillo, con solo tres goles encajados en tres partidos de Liga. Sin embargo, el balance de tantos a favor no ayuda a que el Córdoba comience a encadenar victorias, la única forma de que poco a poco se vaya restando la diferencia con la zona de la permanencia, actualmente a cuatro puntos de los 17 que marca el Elche.

En la última jornada, en La Romareda, Curro Torres ya pudo contar con Jaime Romero y Jovanovic, recuperados de sus dolencias, aunque el albaceteño lo hizo de delantero centro, una posición algo atípica para él. Con Piovaccari y Erik Expósito disponibles, Torres decidió dejar fuera de la lista para Zaragoza al punta canario, y en el banquillo al italiano, que salió al campo en el minuto 88 de juego. El Córdoba no aprovechó la mala situación del Zaragoza, y aunque no mereció perder, tampoco tuvo el potencial ofensivo necesario para deshacer el 0-0 inicial, resultado con el que acabó el partido.

Torres maneja distintas opciones para mejorar el rendimiento de vanguardia, sin que ello suponga un menoscabo de las prestaciones defensivas, claramente mejoradas con excepción de la dura goleada copera ante el Getafe, en el Coliseum Alfonso Pérez. La decisión de colocar a Romero de punta no surtió efecto, ya que el manchego no solo no tuvo claras opciones de marcar, sino que además estuvo algo desubicado, incurriendo en varias ocasiones en fuera de juego. Muchas de las variantes tácticas para aumentar la cifra de goles a favor dependen de si el técnico de Ahlen decide continuar con el esquema de cuatro defensas o cambiar a una de tres centrales y dos carrileros, opción que no descartó en la rueda de prensa previa al viaje a Zaragoza. Ante el Reus deberá decidir si da nuevas opciones desde el inicio a Piovaccari o a Erik Expósito. Un esquema clásico, con cuatro o cinco atrás, contemplaría la alternativa de dos bandas profundas con un mediapunta y un delantero.

A la espera de los tocados

Pero todo ello depende de la recuperación total de algunos jugadores de vocación atacante. Alfaro sufre un edema óseo en su rodilla derecha y ayer no se ejercitó, mientras que De las Cuevas hizo trabajo específico en la sesión de entrenamiento del pasado miércoles, y ya en la de ayer, se incorporó al grupo, ejercitándose con normalidad. Por su parte Loureiro, un futbolista adecuado para jugar de carrilero diestro si Curro Torres se decidiese por cambiar a un sistema de cinco atrás, hizo ayer entrenamiento normal tras retirarse por precaución, unos minutos antes, en la sesión del miércoles. Javi Lara y Álvaro Aguado, los dos mediocentros con mayor capacidad de último pase y de organizar al equipo, tienen pocas opciones de viajar a Reus. Lara podría aportar una variante partiendo desde la izquierda con un sistema de cuatro atrás, o de enganche con el punta con un sistema 5-3-2 o similar, aunque ayer solo completó algunos rondos con el grupo, mientras que Aguado ni siquiera se ejercitó. Curro Torres esperará a todos los tocados y recién reincorporados al grupo y tratará de conformar una convocatoria y un once competitivo.Con estos mimbres, debe mantener la solidez atrás, mejorar las prestaciones arriba y hacer que este Córdoba tenga más mordiente en el área, su principal déficit desde el cambio de técnico. Porque sin gol no hay victorias.