No ha empezado bien Álvaro Morata su etapa en el Chelsea, que lo fichó hace unas semanas por 80 millones de euros. El Arsenal logró este domingo el primer título de la temporada en Inglaterra, la Supercopa, ante el Chelsea con un 1-1 inesperado en el minuto 81, sin ningún fallo en la tanda de penaltis y con los dos lanzamientos fuera, el de Morata y otro de Thibaut Courtois en una final decidida por los errores.

El título se decidió por la nueva tanda de penaltis (no hubo prórroga) que experimenta la FIFA, al estilo del 'tie break' del tenis y conocida como 'ABBA'. El sistema habitual de lanzamiento es el alterno: AB AB AB AB AB, mientras que el que se ha probado ordena los tiros de esta forma: AB BA AB BA AB. La FIFA experimenta este método, probado ya en el Mundial sub-20 de junio pasado, por considerar que es más justo que el anterior.

El derbi londinense por la Community Shield estuvo marcado por los errores, tanto del campeón de la Premier, el Chelsea, como de la FA Cup, el Arsenal. Hubo ausencias importantes en ambos bandos. El Arsenal jugó sin el chileno Alexis Sánchez ni el alemán Mesut Özil, y el Chelsea, sin el belga Eden Hazard ni el francés Tiemoué Bakayoko, recién fichado del Mónaco. Morata empezó en el banquillo.

El partido, el resultado y los goles se explican desde los fallos colectivos o individuales. Hubo unos cuantos en los dos áreas en el primer tiempo, como también en el 0-1 del Chelsea, en el minuto 46, de Víctor Moses, en un saque de esquina, tras un despeje y en una jugada insustancial hasta que Gary Cahill cabeceó hacia el área.

Entre la indecisión de la defensa del Arsenal, ni para salir, antes, con toda la determinación hacia el rechace ni para lanzar el fuera de juego o acechar después el regreso de la pelota al área, apareció Víctor Moses, el más listo de todos a la espalda de la zaga de Arsene Wenger. Controló con el pecho y batió solo a Petr Cech.

Un despiste clave como también lo fue el empate del Arsenal en el minuto 81. En unos segundos, el Chelsea perdió a un hombre, Pedro Rodríguez, imprudente y expulsado por una entrada dura al tobillo de Elneny, y su ventaja en el marcador en el saque de esa misma falta, cabeceada por el bosnio Saed Kolasinac sin oposición ante Courtois.

Otro error, otro gol y empate, inesperado, quizás, porque desde el 0-1 del Chelsea solo había habido una ocasión clara del Arsenal en media hora, el lejano disparo de Xhaka al que voló Courtois, y que rearmó al bloque dirigido por Arsène Wenger, aliviado en la última jugada, cuando el título estuvo en la cabeza de Álvaro Morata, en el campo para el última cuarto de hora en su estreno oficial 'blue'. Su remate en el minuto 92 se fue fuera.