Carmelo Ezpeleta, CEO de la compañía Dorna y máximo responsable del Mundial de motociclismo, anunció ayer a los pilotos de MotoGP que asistieron a la tradicional reunión de seguridad de todos los viernes de gran premio, a las cinco de la tarde, que el Consorcio que dirige el circuito de Cataluña había aceptado todas las exigencias formuladas por los responsables de seguridad del campeonato y apoyadas por Valentino Rossi, Marc Márquez, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa y el resto de pilotos, para que el gran circo aceptase volver a correr, la próxima temporada, en Montmeló, un trazado que tiene dos gravísimos problemas: uno, ha de reasfaltar totalmente la pista y, dos, ha de encontrar una solución fija, válida, para siempre a la peligrosidad que representa la curva 12 del trazado, en la parte final del circuito, donde sufrió su mortal accidente el joven piloto mallorquín Luis Salom.

El circuito ha comunicado a la organización del campeonato que no solo reasfaltará por completo la pista --lo que supone algo más de tres millones de euros-- sino que, además, ha decidido mantener el viejo y tradicional trazado de las motos, es decir, que buscará (bueno, ya la tiene) una solución para que la curva 12 sea más seguro. Esa solución no es otra que mejorar, ampliar, agrandar la escapatoria para que los pilotos y las motos tengan margen de rectificación o, como mínimo, no corran el peligro de ahora y es chocar demasiado pronto con las protecciones tanto ellos como sus máquinas. Es evidente que, muy probablemente, el circuito deba o retrasar (lo que significa reconstruir) o suprimir la tribuna que hay frente a la curva 12.

BARCELONA SEGUIRÁ EN EL CALENDARIO

Hace poco más de dos meses, el Mundial, tanto a través de los cuatro (Valentino Rossi, Marc Márquez, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa), cinco (Maverick Viñales) o seis (Andrea Dovizioso) magníficos, como por boca del propio Ezpeleta hizo saber a Montmeló que se caería "con toda seguridad" del calendario del año que viene si no reasfaltaba la pista y encontraba una solución fiable (no la chicane que se improvisó, el pasado año, con un pegote de asfalto diferente al ya existente) para la curva 12. Es más, Rossi, que había sido criticado con dureza por Joan Fontseré, director de la instalación catalana, dijo: "No me han gustado las palabras de ese señor (Fontseré dijo que Rossi no se quejaba de otros circuitos) y estoy totalmente de acuerdo con lo que decida Ezpeleta". Y, sí, Ezpeleta había decidido suprimir Montmeló si no se hacían esas dos importantes obras.

INTERVENCIÓN DECISIVA

Todo parece indicar que la intervención, ductil, política, sensata, sabia, de enorme mano izquierda, de Vicenç Aguilera, máximo ejecutivo del Consorcio que dirge Montmeló, y Aman Barfull, director deportivo del RACC, los dos grandes amigos de Carmelo Ezpeleta, ha pacificado la situación, las aguas han vuelto a su cauce y el Consorcio, que ya meditaba asfaltar la pista, ha anunciado que este mismo año se harán las mejoras del Circuit, tal y como había informado la web Motorsport.com poco después de la polémica suscitada el pasado año. Así pues, Barcelona seguirá siendo parada obligada del Mundial de motociclismo al igual, al parecer, que Jérez, Motorland y Valencia.