Desde Girona, el enfrentamiento del domingo ante el Madrid se ha visto siempre como un gran acontecimiento y nunca como un partido de alto riesgo. Como una fiesta y no como un duelo que despierte hostilidades entre la afición local. Montilivi se llenará como se llenó el dia del Barça, hace poco más de un mes. De hecho, las entradas puestas a la venta para recibir a los de Zidane volaron en menos tiempo que las del derbi ante el cuadro de Valverde. También es seguro que el Madrid será recibido con más música de viento que el Barça, pero Girona todavía no sale del asombro del clima bélico con el que se ha envuelto el partido.

Siempre desde Madrid. «Los gerundenses somos personas cívicas y responsables. En ningún caso se ha de temer por que haya algún problema», subrayó la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas. Unos términos muy similares a los que utilizó el presidente del club de Montilivi: «Será una fiesta del futbol y el partido transcurrirá con toda normalidad. La gente espera este partido como esperaba el del Barça y otros. Viene uno de los mejores equipos y la afición quiere ver competir al Girona contra un gran rival», argumentó Delfí Geli.

Encuentro esperado

El clima que vive Catalunya después de declarar la independencia ha provocado que se haya reforzado la seguridad, que en principio tenía que ser la misma que la del día del Barça. La suspensión no se llegó a plantear, ni al club ni al Ayuntamiento ni a los Mossos d’Esquadra que incrementaran medios y efectivos para preservar la seguridad de jugadores y asistentes.

Otra cosa muy distinta sería que, con la aplicación del artículo 155, hubiese a última hora un cambio radical en la planificación y que incluso peligrara el partido. O todos los partidos de categoría nacional con otros equipos catalanes implicados. «La gente quiere disfrutar de la Primera División y el partido ante el Madrid es uno de los más esperados», reconoció Geli. El duelo, además, coincide con el dia grande de ferias, Sant Narcís.

Sin autobús

El Madrid no vendrá con su autobús, oficialmente porque el vehículo está viajando hacia Inglaterra ya que los blancos tienen el miércoles partido de Champions ante el Tottenham en Wembley. Pero en el caso de que no hubiese desplazamiento europeo, tampoco hubiese ido a Girona.

Florentino Pérez y el presidente de Planeta, Josep Creuheras, durante la presentación del libro sobre la duodécima Copa de Europa blanca/LUCA PIERGIOVANI (EFE)

Mientras tanto, el club de Montilivi lleva días volcado en la organización del partido que llenará los 13.500 asientos del estadi. Además de los Mossos, habrá 130 miembros de seguridad privada contratados por el Girona. Y casi 250 acreditaciones cursadas entre radios, televisiones y prensa escrita para cubrir un duelo inédito en la Liga ante el campeón de Liga y Champions. «Todos tenemos la ilusión de enfrentarnos al Madrid. Es un partido especial y ha de ser una fiesta», comentó el media punta del Girona Borja García, que jugó un par de temporadas en el filial madridista.

Consultas a la Liga

En el club blanco, al menos de puertas para afuera, no se ha dudado en ningún momento de que el encuentro vaya a celebrarse. Ni antes ni después de la declaración de ndependencia. «Sí hombre, cómo no», respondió Florentino Pérez a primera hora de la tarde de este viernes a la pregunta sobre si habrá partido en Montilivi. Lo hizo tras la presentación del libro La leyenda continúa. La Duodécima, reyes de Europa, del periodista Enrique Ortego. Para entonces la entidad madridista ya había realizado nuevas consultas a la Liga de Fútbol Profesional, que confirmó que no se contemplaba la posibilidad de suspender el choque. La organizadora de la competición se lo volvió a recalcar después de que el Parlament procediera a la DUI y a la proclamación de la República de Catalunya.

El club blanco trata de que en el entorno del equipo se respire la misma atmósfera de normalidad que ante cualquier otro encuentro, pese a que todo el mundo es consciente de la tensión del momento político que se vive en Girona, uno de los mayores feudos del independentismo catalán.

El Madrid no ha cambiado sus planes de viaje y se desplazará en avión a las siete, con sus cuatro responsables de seguridad de siempre, para llegar pasadas las nueve al hotel AC Palau Bellavista, un moderno establecimiento cerca del casco histórico de la ciudad. Cuentan con la garantía de que se establecerá un fuerte perímetro de seguridad alrededor del establecimiento para garantizar una estancia tranquila a la expedición madridista.