El entrenador del Málaga, José Miguel González Míchel, podría ser destituido esta semana después de sumar hoy una nueva derrota ante el Leganés (0-2). El equipo todavía no conoce la victoria en Liga; una situación que le coloca a la cola de la clasificación con un solo punto y a cinco de la salvación.

Michel ha comentado que "la sensación es muy mala", pero que "no" se "atrevería a decir que el equipo está en Segunda", porque "no" pueden "dar esa imagen", son "profesionales" y en Segunda "no" van "a estar, segurísimo".

El técnico malaguista piensa que el equipo mereció más, porque el equipo "ha hecho cosas para ponerse por delante", y en la segunda parte "se pierden dos balones y llega el gol".

"Todo lo que pasa es en nuestra contra", afirmó Míchel, que fue claro: "no creo que tengamos excusa ni justificación, los nervios y la tensión son grandes", dijo.

"Los jugadores están desilusionados, pero el que tiene que dar una cara diferente soy yo, no puedo permitirme hundirme", indicó el técnico.

"Estoy preocupado, vemos que incluso haciendo las cosas bien no tenemos premio", agregó Míchel.

"La situación genera una tensión grandísima, a pesar de que hemos cambiado el sistema, los jugadores...no se da", indicó Míchel, que incidió en que "hay que tener paciencia".