"Maradona no nos dejará nunca, estará siempre en la atmósfera", decía Guillermo Amor antes del homenaje al Pelusa en el Camp Nou, el que fue el hogar del argentino durante un par de temporadas. Había dicho Ronald Koeman en la previa que el mejor homenaje al barrilete cósmico debía de ser demostrar la calidad en el Camp Nou. Los azulgranas le brindaron una exhibición en la que Messi le reservó una doble dedicatoria.

El VAR hace (casi) imposible que se vuelva a repetir aquel gol con el que Maradona sometió a Inglaterra, su particular 'vendetta' por las Malvinas. Pero eso no evitó que Messi evocara aquella jugada ya eterna, al saltar y estirar el brazo sin llegar a tocar el balón en el primer gol de Braithwaite.

En el día en el que se cumplían 10 años del 5-0 al Madrid de Mourinho y 121 del nacimiento del Barça, el equipo se regaló por fin un jornada plácida. Los azulgranas solo habían ganado uno de sus últimos seis partidos liguero, ante el Betis 5-2, un choque que no logró sentenciar hasta a falta que Messi marcó el 4-2 a ocho minutos del final con su único gol en jugada de esta temporada. A la espera de los de Leo, los goles los pusieron Braithwaite, Griezmann y Coutinho.

Hasta que Messi soltó un trallazo desde la frontal tras el que se sacó la camiseta para mostrar una de Newell's, el otro club en el que ambos jugaron. Con seis años Leo vio el debut de Diego con Ñuls, club en en el que Leo dio sus primeros pasos antes de poner rumbo hacia Barcelona.

"Hemos perdido a Diego es un ídolo mundial, todos lo que le admiraban le echarán de menos. Ha sido un lindo homenaje", ha valorado Coutinho.