El Córdoba debe competir en el mercado de fichajes de Segunda División con clubs con mucha mayor capacidad económica y que se lo pondrán difícil a su director deportivo, Luis Oliver, para traer los refuerzos de perfil «ambicioso» que busca la entidad blanquiverde para competir en una división de plata de las más duras de la historia reciente.

Deportivo de la Coruña, Las Palmas y Málaga cuentan con la prima por descenso, que elevará sensiblemente su límite salarial y su capacidad de acudir al mercado con poderío económico. Sin ir más lejos fue Las Palmas la que se interpuso en el fichaje de Rubén Castro, delantero muy del agrado de Oliver pero al que la entidad canaria ofrece alrededor de un millón de euros de ficha, inasumible para el Córdoba. Pero no solo los recién descendidos podrán acometer traspasos inalcanzables para la entidad blanquiverde. Y es que ayer el diario As informó de que Osasuna está dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de un millón de euros de Íñigo Pérez, veterano centrocampista del Numancia, club con el que tiene un año más de contrato. En la terna de equipos recién descendidos ha destacado en los primeros compases del mercado veraniego el Deportivo de la Coruña, que ya ha firmado a tres jugadores con experiencia y caché. El primero de ellos fue el portero ex del Betis Dani Giménez, al que siguió el extremo izquierdo argentino Dubarbier, procedente del Estudiantes de la Plata y con pasado blanquiverde. Ayer se unió al Deportivo Pedro, delantero procedente del Granada que también militó en el Córdoba entre el 2012 y el 2014.

El mercado va de excordobesistas puesto que otro jugador que militó en el Córdoba, Samu de los Reyes, firmó ayer por el Almería procedente del Sundsvall sueco. Y otro equipo de la categoría de plata que ya se ha reforzado es el Cádiz, que en su nuevo intento de subir a Primera ha firmado al lateral David Carmona, procedente del Sevilla Atlético; y tiene casi atado al delantero del Lugo Mario Barco. Duros competidores los que tiene el conjunto blanquiverde para acudir al mercado a por los ‘primeros espadas’, que pueden ser seducidos por equipos con más billetera y que además se están moviendo con más premura que el Córdoba.