A un solo día de que el Córdoba se juegue buena parte de sus opciones de engancharse a la permanencia, mañana en El Arcángel ante el Sporting (16.00 horas), el equipo blanquiverde sigue trabajando con la mente puesta en corregir errores tácticos e individuales y en mejorar sus prestaciones en todas sus líneas.

La derrota en Almendralejo ante el Extremadura, analizada pormenorizadamente esta semana, deja a las claras algunas claves que el Córdoba debe reformar para poder competir. No se le pide a este equipo que arrase a sus rivales, lo que no ha hecho durante toda la temporada, pero sí que vuelva a competir, que vuelva a llegar vivo al final de los partidos, si es posible por delante en el marcador, como ocurrió ante el Málaga, en el debut de Rafa Navarro en el banquillo. Precisamente el preparador de Ciudad Jardín aludió al duelo ante los malaguistas ayer, en sala de prensa. «Tenemos que ser mucho más intensos que en Extremadura, que el equipo se asemeje mucho más a lo que hicimos ante el Málaga», dijo Navarro.

EL DILEMA DE LA MEDULAR

Pero Rafa Navarro tiene un dilema importante, y es el de la medular. Con Yann Bodiger sancionado al ver la tarjeta roja en Extremadura, el técnico de los blanquiverdes deberá hacer encaje de bolillos para sacar un centro del campo competitivo que venza en el duelo a los Cofie, Nacho Méndez, o Carmona, los centrocampistas del Sporting. De hecho, Navarro apuntó ayer que «alguna novedad habrá» en el once.

Y es que, incluso con el francés en el campo, el equipo adoleció de problemas a la hora de recuperar el balón, intentó menos pases que el rival extremeño y también completó menos. Navarro, que a priori continuará con su esquema de cuatro defensas y un punta, deberá retocar la medular, probablemente dando entrada a Álex Vallejo o Luis Muñoz en el pivote defensivo y colocando a un acompañante con más capacidad de sacrificio y de brega que Carbonell, que podría saltar de inicio, pero en posiciones más adelantadas. Trabajo, capacidad de recuperar el balón -si es posible en campo contrario- y de darle sostén a las líneas, impidiendo que el equipo se alargue en exceso. Jugar juntos, en pocos metros, impedir la circulación de balón del Sporting y, en definitiva, hacer un trabajo defensivo similar al que se hizo ante el Málaga.

Si Muñoz o Vallejo cuentan con muchas opciones de ser de la partida por delante de la defensa, más dudas generan su acompañante o acompañantes. Si Navarro opta por situar a Javi Lara o Blati Touré de apoyo al pivote defensivo, dejaría mayor libertad para el juego entre líneas de Miguel de las Cuevas y para que Andrés Martín pueda explotar su mejor arma, las transiciones ofensivas veloces cayendo desde la banda y buscando el área. Incluso, para que Carbonell o Álvaro Aguado lo hagan en la mediapunta, De las Cuevas caiga a una banda y Jaime Romero pase al banquillo. Y es que la recuperación de Miguel Flaño y Chus Herrero, que llevan varios entrenamientos al mismo nivel que sus compañeros, permite que Muñoz pueda adelantar su posición y que salte al campo una zaga en teoría solvente, con un Fernández que va recuperando sensaciones en la derecha y Menéndez en el carril izquierdo, con Quintanilla como alternativa.

La clave estará de nuevo en el centro del campo. Anular al rival, ganar la pelota en los momentos esenciales y salir en pocos toques es la misión del Córdoba mañana. Sus atacantes deberán engancharse al trabajo del equipo, ayudar en la presión adelantada y ser eficaces cuando estén de cara a portería. Piovaccari gana enteros para volver al once, pero si finalmente repite Carrillo como nueve de referencia, habrá de estar especialmente acertado de cara a portería. Para que lo ganado en el centro del campo no se pierda en las áreas. Porque a este Córdoba se le acaban las oportunidades y, mañana, es una de las últimas para engancharse a la pelea por la permanencia.