FECHA: 17 de enero de 1965.

LUGAR: El Arcángel.

PARTIDO: Córdoba CF - Real Madrid (partido correspondiente a la jornada 18 del campeonato nacional de Liga de Primera División 64-65, 1-0).

LA SITUACIÓN

Qué bien le iba al Córdoba aquel año. Cómo jugaban aquellos tipos. Afianzado en Primera División, el equipo blanquiverde consiguió de la mano del técnico Ignacio Eizaguirre y con un bloque de jugadores legendarios armar un estilo propio. Lejos de cada amarraban lo que buenamente podían y en El Arcángel se mostraban letales. Jamás el estadio de la ribera del Guadalquivir fue tan inexpugnable. "Quien quisiera sacar puntos tenía que sufrir", recuedan los veteranos con orgullo.

En aquel enero del 65, el Córdoba estaba de dulce. Había finalizado el año doblegando al Athletic de Bilbao (1-0), al Real Betis (1-0) y el Español (2-4) de manera consecutiva. Y llegaba a Córdoba el Madrid. Para cerrar la mejor secuencia de victorias enlazadas en Primera División necesitaba imponerse al conjunto blanco, al que jamás había logrado ganar en un partido oficial. La Córdoba futbolística vivía una excitación formidable ante un reto de magnitud desconocida. Aquel equipo no temblaba ante los desafíos.

¿QUÉ OCURRIÓ?

No quedaba un sitio libre en las gradas. El gentío se apiñaba de pie en los fondos. Puro fútbol de los 60, un acontecimiento social. Eizaguirre presentó un equipo encabezado en la portería por un chaval, Miguelín Reina, al que le faltaba una semana para cumplir 19 años. Simonet, Mingorance, López, Martí, Ricardo Costa, García Prada, Juanín, Miralles, Tejada y Cabrera completaban el once. Ese día debutó García Prada, un medio natural de Posadas.En el bando madridista, el histórico Miguel Muñoz alineó a las grandes figuras del momento: Betancort, Miera, Santamaría, Pachín, Muller, Zoco, Félix Ruiz, Amancio, Grosso, Pirri y Serena.

Tal y como se podía prever, el Córdoba ofreció su imagen más aguerrida. Contuvo a un Madrid más técnico y logró su principal propósito: adelantarse en el marcador. Ramón Tejada firmó el 1-0 a los 35 minutos y los de Eizaguirre encontraron el escenario ideal para practicar su especialidad: acorazar la portería y golpear a la contra o en el balón parado. Reina estuvo soberbio en varias intervenciones y el Córdoba hasta punto aumentar el marcador al final de un encuentro memorable.

¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?

El Córdoba siguió su camino hacia la mejor clasificación de toda su historia: fue quinto, por delante de históricos como el FC Barcelona o el Athletic de Bilbao. Fue, de largo, el mejor andaluz. A los otros dos representantes, el Sevilla y el Betis, les venció en todos los partidos tanto en casa como sus feudos del Sánchez Pizjuán y el Benito Villamarín. El Real Madrid se coronó campeón, superando en el tramo final al Atlético. Zaragoza y Valencia fueron tercero y cuarto.

Y el autor del gol de aquella tarde, el cordobés Ramón Tejada, terminó fichando por el club de Santiago Bernabéu y conquistando, al año siguiente, la sexta Copa de Europa del Madrid en Heysel ante el Partizán (2-1). El último máximo entorchado continental del Real Madrid antes de una sequía de 32 años.