El estreno de la temporada 2018/19 en Segunda División fue diferente al de años anteriores, en los que se hablaba de favoritos al ascenso, de la estrella que había recalado en el fútbol de plata para coger un nuevo impulso o de proyectos deportivos con buena pinta basados en futbolistas jóvenes y prometedores. En este caso, el protagonista ha sido el límite salarial deportivo marcado por el control económico de LaLiga, que ha afectado, en mayor o menor medida, a casi la mitad de los equipos de Segunda en su estreno liguero, el pasado fin de semana.

El Córdoba fue el primer club del que se supo que tenía problemas con el control económico. De hecho, durante muchas semanas fue el único que, aparentemente, tenía el contratiempo, sobrevenido por las particulares condiciones de la entidad blanquiverde, en la que estaba entonces Luis Oliver como director general deportivo. El límite de los blanquiverdes está en unos 3,5 millones de euros y aún no han podido inscribir a Pawel Kieszek y a Edu Ramos y, además, pretende incorporar al menos dos futbolistas más. No lo tendrá fácil, pero el club de El Arcángel continúa batallando en varios frentes, uno de ellos, en apurar las posibilidades que existan con el traspaso de Sergi Guardiola.

Un caso significativo fue el del Extremadura, en el que también tiene intereses Luis Oliver. El cuadro azulgrana no pudo completar el domingo con una convocatoria de 18 jugadores y viajó a Oviedo con 16, cuatro de ellos no profesionales. No ha conseguido inscribir aún a Diego Capel, a Fausto Tienza ni a Chuli y dio salida ayer a Candelas, cedido al Ibiza. A pesar de viajar solo con 16 futbolistas, arrancó un valioso empate en el Tartiere.

Otro club con importantes problemas es el Elche, que tiene aún a cinco futbolistas por inscribir. Con un límite salarial en torno a los 3,2 millones, los franjiverdes cuentan con 23 futbolistas, pero deben firmar un portero y pretenden dar salida a Collantes. Además, no pudieron inscribir a cuatro jugadores, uno de ellos el cordobés Manolo Sánchez, que además de no poder jugar en la primera jornada por no estar inscrito, cuando lo esté deberá cumplir un partido de sanción. Ayer logró el Elche inscribir a Redru y en el estreno liguero la convocatoria estaba hecha con los 18 futbolistas que pudo inscribir. Tan solo Provencio se quedó fuera de la lista entre los inscritos.

Otro caso significativo fue el Reus, que incluso emitió un comunicado anunciando que la convocatoria estaría completada por media docena de jugadores del filial, aunque el club catalán asegura que sus problemas de inscripción son burocráticos. Según el Reus, LaLiga rechazó una documentación que sí aceptó en años anteriores y ayer aseguraba que a lo largo de esta semana estarán inscritos todos sus jugadores. Su límite está en torno a los 4,5 millones después de solicitar un aumento del 10% que no fue aceptado por LaLiga.

En el Mallorca fue su propio entrenador, Vicente Moreno, el que reconoció este fin de semana las «muchas dificultades» que tiene el club bermellón para realizar fichajes debido «al límite salarial».

El Cádiz, por su parte, continúa intentando colocar a Álvaro García para que su ingreso resuelva los problemas para la inscripción de jugadores y de nuevos fichajes. Vendió el 50% de sus derechos económicos al Huesca por tres millones de euros, pero la propia agencia del futbolista puso en duda la operación.

Otros clubs, con problemas aunque de distinto signo, como el Granada, el Lugo, el Gimnástic e incluso el Sporting, arrancaron la temporada con menos contratiempos, aunque con el mismo denominador común: pensando más en los números que en la propia Liga.