Pero, oiga, qué hace usted para no hacerse daño cuando se cae. «Nada o todo», contesta Marc Márquez (Honda), que ayer salvó otra caída en plan acróbata, pero acabó rodando por los suelos, por 25ª vez este año (su récord personal), en la horquilla de izquierdas que da entrada a la recta de meta de Sepang. «No hago nada especial y todo porque, pese a que no tengo truco alguno para salir ileso, me entreno para tener muy flexibles todas las partes del cuerpo que pueden dañarse en una caída. Pero le diré una cosa: yo me he roto una mano en la caída más tonta del mundo, en una caída ¡se lo juro! que iba a seis kilómetros por hora, así que te puedes hacer daño cuando menos te lo esperas», dice el gran piloto español.

En Malasia, un circuito rápido, raro, con un asfalto más que dudoso, Marc Márquez volvió a hacer equilibrio sobre la moto (salvó una caída insalvable) y, poco después, acabó por los suelos «al querer experimentar otra trazada en la horquilla de meta, contraperaltada, que era imposible trazar por donde yo pretendía pasar».

¿Ha visto la salvada que ha vuelto a protagonizar Marc? ¿ha visto su caída 25?, le preguntamos a Andrea Dovizioso (Ducati), el único adversario que hoy puede amargarle el cuarto título grande de MotoGP en cinco años. Y Dovi dijo: «¡Brutal! ¡tremenda! He visto esa salvada, sí; la caída, no, pero ha vuelto a tener suerte y no se ha hecho nada. Lo prefiero, nos citaremos en la pista, que es donde deben decidirse los títulos de verdad».

Márquez reconocía que el susto que salvó se lo esperaba, no así la caída que sufrió tan de repente. «La que he salvado me la temía. La moto se me ha ido poco a poco e iba pensando ‘te vas al suelo, que sí, que no, que no, que sí’. Me he agarrado al manillar, he sacado la rodilla y codo derecho y he puesto cuatro ruedas sobre la pista para salvar la caída, pese a que ya estaba acostado sobre el asfalto. Cuando digo cuatro ruedas, son las dos de la moto, mi rodilla y mi codo y eso, a veces, te sirve para enderezar la moto», explicaba ante las risas de los periodistas el gran piloto de la categoría MotoGP.

¿Y qué ocurre cuando llega a su box? «Pues que Santi (Hernández, su ingeniero y jefe de equipo) y los chicos me dan las gracias por ahorrarles horas de reconstrucción. Pero, en esta ocasión, lo han dicho demasiado pronto pues, a los pocos minutos, me he caído de verdad». Curiosamente, cuando Marc Márquez ha vuelto a hacer magia, las cámaras de TV han enfocado al italiano Davide Tardozzi, expiloto de Superbikes y jefe de Ducati, que, sentado en su box, exclamaba: «¡Es un fenómeno! ¡Es un fenómeno!» Así es como ve el Mundial a Marc Márquez.

LA GESTA DE BRNO-2014 / Luego ha llegado la caída de verdad, que le ha estropeado su mejor vuelta del día. «Iba con un buen crono. Solo me faltaba esa horquilla y he querido trazarla por otro lado, por otra cuerda, y he fallado. He perdido el tren delantero. Los límites de esta pista son finísimos, muy críticos». Márquez es perfectamente consciente de que a la gente le encanta presenciar salvadas de este tipo. «Yo también me divierto, pero demuestran que voy al límite, que tengo problemas».

Eso sí, recuerda el tricampeón de MotoGP, ninguna como aquella salvada en los test del circuito de Brno-2014, cuando el bueno de Tino Martino, fotógrafo de la agencia Milagro, captó la serie «y hubo quien creyó que era un montaje y que yo acababa cayéndome cuando, no, la salvé». Fue una plegada con una inclinación de 68º.

Márquez, que tendrá que salir desde la tercera línea de la formación de salida, reconoció que él preferiría que no fuese una carrera en grupo como en Australia.

“Espero que no -sonrió- porque aunque me gustan, espero que haya menos gente delante, aunque es cierto que aquí suele haber un grupo grande delante. Todo dependerá del ritmo que haya durante la carrera, pero sobre todo a Dani -su compañero Pedrosa-, ya que éste es uno de los circuitos que se le da mejor y creo que tiene claras opciones de ganar. El ritmo de Dovizioso en los últimos libres ha sido bueno».