La campeona olímpica de bádminton Carolina Marín confesó ayer que hace tiempo que no sentía tanta confianza en sí misma como siente ahora y aseguró que se ve más fuerte que nunca para ganar el Mundial que se está disputando en China. «Me estoy encontrando muy bien, con mucha determinación, la confianza en mí misa que hace tiempo no tenía y que (...) me está haciendo sentir fuerte», contó a la deportista, tras vencer a la japonesa Sayaka Sato en los octavos de final.

Marín (actual número 8 del mundo) logró ganar cómodamente a Sato por un contundente 21-7 y 21-13 y se enfrentará mañana viernes a la india Saina Nahwal, décima del mundo, que ganó también ayer a la filipina Ratchanok Itanon. «Aunque hayamos jugado muchas veces y las dos nos conozcamos cómo juega cada una, está claro que todo mi equipo y yo saldremos a por todas y a dar lo mejor», apuntó la campeona olímpica en Río 2016.

Marín aterrizó en China habiéndose proclamado recientemente campeona de Europa por cuarta vez (la tercera consecutiva) y busca salir victoriosa en la competición que se celebra este año en la ciudad de Nankín (este del país), tal y como lo hizo en 2014 y 2015. Y se siente fuerte para conseguirlo, confesó. «Físicamente me encuentro en un estado de forma, creo que el mejor que he tenido en toda mi carrera porque este mundial lo vengo preparando hace ya dos meses» y «la preparación ha sido diferente, incluso más dura que la de los Juegos Olímpicos», apuntó.

Marín (Huelva, 1993) es la principal baza española y es ya la única jugadora que se mantiene en competición después de las eliminaciones de Beatriz Corrales en primera ronda y de Pablo Abián y Luis Enrique Peñalver, que cayeron ayer en segunda ronda.