Este es el Córdoba CF. Cuando pocos, muy pocos creen en él, cuando muchos dan todo por perdido ya en noviembre, en diciembre o enero, cuando no se ve salida a la depresión, a la crisis o a momentos oscuros, siempre hay que esperar ese golpe que acostumbra a dar el Córdoba. Ese momento en el que, de repente, se hace la luz, ese detalle que hace que la mirada se limpie y se comiencen a hacer cuentas, a pensar en hipótesis, a imaginar resultados futuros, en definitiva, a ilusionar. El Córdoba se plantó en Tenerife y logró su primera victoria como visitante en Liga en toda la temporada y para ello tuvo que firmar la mejor actuación de lo que se lleva de competición. Marcó dos goles a balón parado, dejó la portería a cero, apenas le hicieron ocasiones y creó menos angustia de la real, porque se recordaba aún al viejo Córdoba, más que por lo que se vio en el campo, en donde los de Curro Torres -llegaba muy en el alambre el de Ahlen- controlaron prácticamente todo el duelo sin pasar grandes apuros. De hecho, volvió a verse a un Córdoba al que no remataban prácticamente nada a balón parado. Y de nuevo se vio a un equipo serio, trabajador y trabajado en defensa, ordenado, con las ideas claras y marcando los tiempos del choque casi siempre.

El Córdoba dominó el partido, no dejó respirar a un rival que solo había perdido un choque en casa (hace cinco meses) y le asestó dos golpes en momentos clave. Caundo este Córdoba se ha olvidado de nombres y ha puesto a trabajar a hombres los resultados se han visto y continuarán viéndose. Entre otras cosas, porque el Córdoba que salió ayer al césped del Heliodoro poco tenía que ver con lo sufrido hasta ahora. La mitad del equipo titular era nuevo, porque hasta cinco jugadores llegados en enero alineaba Curro de inicio: Chus Herrero, Flaño, Álex Menéndez, Bodiger y Carrillo. No es casualidad que cuatro de los seis hombres defensivos del equipo (tres centrales, dos carrileros y un mediocentro) sean caras nuevas y que el conjunto blanquiverde dejara su portería a cero un mes y medio después. De hecho, de los tres centrales, precisamente fue Luis Muñoz -un hombre destacado durante todo el campeonato- el que firmó el partido menos brillante del trío de atrás. Y también es obvio que si en verano la dirección deportiva se movió bien dentro de las limitadísimas opciones que daba el mercado por los problemas económicos, en la ventana de enero se ha movido aún mejor. Hombres como Álex Menéndez, Flaño, Herrero o Bodiger han dado un salto tremendo a este Córdoba. La experiencia de unos y la calidad y el compromiso de otros debe darle a este equipo el potencial suficiente para, como mínimo, pelear la permanencia.

Ya desde el inicio se vio que el partido iba a discurrir por los cauces que le interesaban a los blanquiverdes. Un pase a banda de 40 metros firmado por Bodiger que terminó con un centro raso de Menéndez al que no llegó por poco Carrillo dejaba a las claras la línea de trabajo de los de Curro Torres: presión alta, no dejar salir al rival con facilidad, intentar robar en zona de tres cuartos y recomponer líneas en caso de que el Tenerife superara dicha oposición, que no fue en demasiadas ocasiones. Fruto de esa presión adelantada, Carrillo tuvo otra ocasión en el minuto 13, pero su disparo, flojo, fue atajado sin problemas por Dani Hernández. Otro balón suelto se encontró De las Cuevas (min. 16), que lanzó un derechazo que despejó el portero chicharrero con dificultades. El Córdoba funcionaba bien atrás y ponía en aprietos al Tenerife, que tiró de corazón para igualar algo la contienda en el segundo tercio del primer tiempo. Lo más destacado que logró, sin embargo, fue un centro de Héctor Hernández que despejó Lavín. Suso puso en la cabeza de Racic el balón, pero su remate salió muy flojo. Y justo después, el primer gol del Córdoba. Un saque de esquina que tocó de cabeza primero Miguel Flaño para que Chus Herrero, en el segundo palo, adelantara a los blanquiverdes. El Tenerife acusó el golpe y se marchó al descanso lleno de dudas.

Tras el paso por vestuarios, los locales vivieron los mejores momentos del partido subidos a lomos de un Suso Santana al que nadie podía echar el lazo. En el minuto 52, en el 55, en el 58 y en el 61 los isleños generaron ocasiones salidas de las botas del extremo chicharrero. Pero poco a poco, el Córdoba retomó el control. Curro Torres dio entrada a Blati por Aguado y a Jaime Romero por Andrés Martín. El tiempo del partido volvía a marcarlo el conjunto blanquiverde ante un Tenerife que no reaccionaba a pesar de los cambios introducidos por Oltra. De hecho, los visitantes avisaron en el minuto 74 con un disparo desviado de De las Cuevas tras una buena jugada de Álex Menéndez y Carrillo. Y tres minutos después, una falta clara de Alberto sobre Jaime Romero era convertida por el alicantino en el segundo gol tras la estatua de Dani Hernández.

Había que frotarse los ojos, porque ni tan siquiera en los últimos diez minutos tuvo que sufrir el equipo de Curro Torres un asedio. Lejos de encerrarse, el guion continuó marcando la misma pauta: presión en todas las líneas, extrema seguridad atrás y una extrañísima sensación de tranquilidad.

Hacía mucho tiempo que el Córdoba no transmitía esa imagen de seguridad, de aplomo sobre el campo, de controlar el juego como lo hizo anoche en el Heliodoro Rodríguez López. Una señal inequívoca de que este Córdoba llama a los incrédulos para iniciar el viaje hacia la salvación. La maniobra de despegue se hizo ayer en Tenerife. A subirse.

Chus Herrero celebra con los compañeros su gol, el primero del partido. Foto: LCF

Ficha técnica:

CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez (Tyronne, min. 80), Alberto, Jorge Sáenz, Héctor; Suso, Racic, Undabarrena (Isma López, min. 69), Naranjo (Coniglio, min. 60); Borja Lasso y Malbasic.

Córdoba CF: Marcos; Chus Herrero (Quintanilla, min. 81), Luis Muñoz, Miguel Flaño; Loureiro, Aguado (Blati Touré, min. 62), Bodiger, De las Cuevas, Alex Menéndez; Andrés Martín (Jaime Romero, min. 65) y Carrillo.

Goles: 0-1, min. 38: Chus Herrero, de cabeza. 0-2, min. 76: De las Cuevas, de falta.

Árbitro: Óliver De la Fuente Ramos (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a los jugadores locales Luis Pérez, Malbasic, Borja Lasso, Alberto, Jorge Sáenz y Suso, y a Loureiro, Jaime Romero, Marcos y Bodiger, por parte visitante.

Incidencias: encuentro disputado en Heliodoro Rodríguez López, de Santa Cruz de Tenerife, ante 12.596 espectadores. En el minuto doce de juego se exhibió en el vídeo marcador una imagen de Damián Fleitas Jorge "Barraquito", emblemático aficionado fallecido recientemente, además de ondear numerosas banderas blanquiazules.