Difícilmente se puede encontrar una ciudad más festiva en Inglaterra que Manchester estos días. A las celebraciones del año Chino se les han sumado los 'momentums' de City y United y todo es alegría. Hasta ha vuelto a salir el sol. Especialmente perfecta ha sido la semana del equipo de Pep Guardiola que, después de superar el Arsenal y el Everton en Goodison Park, este domingo llegó a la cima goleando el Chelsea (6-0) y devolviendo la presión al Liverpool que la siguiente jornada se la juega en Old Trafford. Es la primera vez que el Chelsea concede seis goles desde que existe la Premier League.

Guardiola planteó el partido del Chelsea "como una final" que les daría "la posibilidad de poder luchar por el título hasta el final de temporada" y difícilmente el Manchester City hubiera podido salir con un espíritu más arrollador. 30 minutos duró el partido. Tiempo para destrozar la defensa de los de Londres, absolutamente desbordada e incapaz de contener el vendaval, y marcar cuatro tantos: uno de Sterling, dos de Agüero y otro de Gündogan. El primero del Kun, un zapatazo desde lejos que se metió por la escuadra, opta al pódium de los mejores del año.

El Chelsea empezó a jugar después, con el partido ya decidido, y su imagen estuvo más cerca de la de un Fulham que a un conjunto 'big-six'. Mal momento para el técnico italiano Maurizio Sarri, muy discutido en Stamford Bridge y víctima del efecto Solskjaer en el United, que le ha recortado 11 puntos en menos de dos meses y este fin de semana le ha quitado el cuarto puesto de la Champions. Y, por si fuera poco, en dos semanas se vuelven a enfrentar al City en Wembley, en la final de la Carabao Cup.

Burlas a Emiliano Sala

El Etihad rindió homenaje al fallecido Emiliano Sala, al igual que el resto de partidos de la jornada de la Premier, guardando minutos de silencio y vistiendo brazaletes negros. Identificaron al argentino de 28 años como la persona que se encontraba en la avioneta en el fondo del Canal de la Mancha. Especialmente sentido fue el recuerdo que recibió en el St Mary’s Stadium, donde el Southampton recibía el Cardiff City, el club que esperaba el jugador.

Sin embargo, mientras la grada del Southampton rendía tributo a Sala dos seguidores locales hicieron gestos de broma imitando a un avión delante de la afición galesa, un hecho que supuso su detención por la policía y la expulsión del estadio. Horas después, el club del sur de Inglaterra emitió un comunicado confirmando la identificación de los aficionados y la prohibición para que puedan entrar de nuevo en el estadio.