Maialen Chourraut, campeona olímpica en Río 2016, inició la Copa del Mundo de Eslalon en Praga colgándose la medalla de oro en su especialidad, K1, al vencer la prueba con un tiempo de 104.68 segundos, sin penalizaciones.

Chourraut, que volvió a hacer otra exhibición de clase y fuerza, no tuvo un triunfo cómodo puesto que la británica Kimberley Woddstampoco tuvo penalización en su recorrido y sólo tardo 24 centésimas más que la vasca. El mejor tiempo fue para la alemana Ricarda Funk, que finalmente ocupó la tercera posición, pues aunque marcó un crono de 104.06, tuvo 4 segundos de penalización durante su bajada.

BATALLA CONTRA EL VÉRTIGO

La palista vasca admitió que en cierto modo había tenido que batallar contra el vértigo tras proclamarse campeona olímpica en Río y como en Deodoro en Praga tuvo que jugarse su pase a semifinales en una segunda bajada. Su actuación en la capital checa fue muy similar. Tras solventar el viernes el problema, alcanzó una plaza en la final al ser tercera tras la austríaca Corinna Kuhnle y la australiana Jessica Fox en un descenso sin errores.

Luego, en la bajada definitiva, Chourraut exhibió de nuevo una magnífica versión, por cuanto no penalizó y acabó por colgarse el oro. "Es increíble, no puedo creer haber empezado la temporada de esta manera. Praga es una prueba muy difícil para mí. Nunca había hecho semifinales. Además es un año difícil para mí, he tenido problemas este año", dijo.