De maestro a maestro, de Ángel Nieto a Marc Márquez, uno de sus discípulo preferidos, no solo por su estilo de pilotaje, que también, sino por la pasión que pone en las carreras y, sobre todo, por lo pícaro y listo que es, lo mucho que piensa sobre la moto. Márquez este domingo, en Brno, donde la carrera empezó en agua (poca, pero en agua) y se secó enseguida, ha vuelto a dar toda una lección. Empezó con neumático blando delante (todos llevaban medio) y, tras comprobar que la moto no iba bien, se ha retrasado algunos puestos para que los demás ‘magníficos’ (Valentino Rossi, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Maverick Viñales y Andrea Dovizioso) no supiesen cuando iba a entrar en su boxe. Al ir a completar el tercer giro se ha colado y ha salido disparado con la Honda RC213V con los Michelin de seco. Y todos se han asustado, todos.

La primera vuelta ha sido de calentamiento, pero la segunda ya ha rodado casi 12 segundos más veloz que sus rivales, del 2.09 minutos que estaba haciendo Rossi con su Yamaha al 1.58 que hizo Márquez con su Honda de ruedas de seco. Y, a partir de ahí, en el muro empezó a aparecerse pizarras en el que avisaban a sus pilotos que Márquez estaba volando con los neumáticos de seco. Rossi, que lideraba la prueba con Johan Zarco (Yamaha), aún se resistió más y, cuando entró, el ‘nen de Cervera’ ya se había escapado. Mucho. Demasiado, pues estuvo completando el resto de vueltas (las últimas 15) con más de 20 segundos sobre su compañero Dani Pedrosa y el italiano Danilo Petrucci (Ducati).

A controlar el tiempo

Luego, en el discurrir de la carrera, Márquez se limitó a controlar su tiempo de cada vuelta, mientras Pedrosa, que había hecho un gran fin de semana, alcanzó la primera plaza y Viñales, horrible toda la carrera, ha salvado con honor el gran premio, pese a que entró en él a cinco puntos de Marc y viajará a Austria a 14 puntos (154 a 140). En las últimas cuatro carreras, Márquez le ha sacado a Viñales 51 puntos de margen, es decir, dos victorias, triunfando en los dos últimos grandes premios celebrados, en Alemania y República Checa.

Es el segundo triplete español de la temporada (el primero fue en Jerez: Pedrosa, Márquez y Lorenzo) y es el número 53 conseguido por el motociclismo español. Rossi, en la última vuelta pudo con Cal Crutchlow (Honda), acabó cuarto; Dovizioso, sexto y Lorenzo, 15º.

El neumático trasero

“En el entrenamiento matinal vi que el neumático trasero de mi moto era un desastre y empecé a dudar. Cuando hice la vuelta de formación de la parrilla, la rueda seguía sin darme confianza, así que le dije a Santi (Hernández, su ingeniero) que me pusiera la blanda. En la primera vuelta ya vi que me había equivocado y, como se estaba secando, pensé ‘vale, pues entró el primero, me arriesgó y trato de remontar’. Así lo hice y me fue de maravilla”, confesó Márquez al bajar del podio. “La verdad, eso sí, es que en las dos primeras vueltas tras el cambio estuve a punto de estrellarme un par de veces, ya que la pista aún estaba mojada, húmeda y yo era el único de los favoritos que iba con ruedas de seco, pero sobreviví. En el segundo giro ya fui mucho más veloz que el resto y, después, ya solo tuve que controlar la carrera. Le dedicó, como no, esta victoria a Ángel Nieto, nuestro maestro, incluso con estrategias así ¿no?”.

Mundial de MotoGP: 1. Marc Márquez (España, Honda), 154 puntos; 2. Maverick Viñales (España, Yamaha), 140 puntos; 3. Andrea Dovizioso (Italia, Ducati), 133 puntos; 4. Valentino Rossi (Italia, Yamaha), 132 puntos y 5. Dani Pedrosa (España, Honda), 123 puntos.

Próximo gran premio: Red Bull Ring, en Austria, el próximo fin de semana.