Flanqueado por Rubiales y Molina, Luis Enrique Martínez oficializó su vuelta al banquillo de la selección con una comparecencia obligada por la esperpéntica salida del cargo de Robert Moreno, el que fuera su ayudante más cercano y sucesor, y la ruptura de sus relaciones: “Yo no quiero a nadie desleal en mi cuerpo técnico. La ambición desmedida es un gran defecto”, argumentó el nuevo seleccionador en medio de un discurso bien planificado para complementar el decorado que montó Rubiales, que deja a Moreno en el papel de villano y a Luis Enrique en su papel: “un ogro simpático a veces, esa etiqueta me va bien”, dijo el seleccionador ya relajado, después de narrar su historia.

“Me veo obligado a dar más explicaciones de las que me hubiera gustado. Huyo de polémicas, pero esta polémica está generada por una persona que ha trabajado muchos años conmigo”, empezó diciendo Luis Enrique. “El desencuentro con Robert acontece el 12 de septiembre, es el único día que tenemos contacto, y en esa reunión veo que quiere ser el seleccionador en la Eurocopa y que después vuelva yo. Me lo veía venir, entiendo que le haga ilusión, que es la oportunidad de su vida y que es ambicioso, pero para mí es ser desleal”, explicó Luis Enrique.

Ningún reproche deportivo

Con un tono general de agradecimiento, no solo a la Federación, y entre un ambiente distendido, Luis Enrique exoneró a la Federación del lío: “El único responsable de que Moreno no esté en mi 'staff' soy yo, ni Rubiales, ni Molina. Me siento responsable y no orgulloso del modo en que ha acabado todo”, aseguró.

Aunque no quiso, el nuevo seleccionador tuvo que responder a más cuestiones incisivas de su antiguo ayudante: “La vida te da pie para conocer a las personas”, dijo para dejar a la luz la decepción personal que siente con Robert Moreno: “Ha sido un clasificación brillante, en lo profesional no tengo nada que criticar a Moreno, de lo otro no tenía dudas hasta que las palabras decían una cosa y los hechos eran diferentes. Pensé que aguantar con una persona a la que no consideraba leal era lo más falso que podría haber hecho”, amplió en otra respuestas. “Me gustaría dejar de remover la basura y mirar hacia adelante. No soy el bueno de la película, pero el malo tampoco”, intentó decir a modo de conclusión.