Pulgares arriba para la Liga de Naciones de la UEFA. Dos jornadas han bastado para convencer a los responsables de las principales selecciones europeas de las bondades de la nueva competición del fútbol continental; un torneo ideado para sustituir a los partidos amistosos internacionales, cada vez más impopulares entre los clubes, los jugadores y los aficionados, y, de paso, sacar tajada económica en forma de derechos televisivos.

"Me gusta de verdad esta competición, porque nos brinda partidos de un nivel muy alto", declaró el seleccionador alemán, Joachim Löw, después del choque inaugural de la Liga de Naciones, en el que su equipo empató sin goles con Francia. "Y, como se ha podido ver, a los aficionados también les gusta", añadió. El duelo entre los dos últimos campeones del mundo congregó el jueves en el Allianz Arena de Múnich a más de 80.000 espectadores, deseosos de quitarse la espina del decepcionante Mundial protagonizado por la 'Mannschaft'.

También la asistencia registrada en el encuentro que Inglaterra y España disputaron el sábado en Wembley (81.000 personas) parece avalar la nueva fórmula de la UEFA, que, por otra parte, es muy del agrado del técnico inglés, Garteh Southgate, pese a haber debutado en casa con una derrota. "Es bueno para nosotros jugar este tipo de partidos -señaló-. Si después del resultado que tuvimos en verano [Inglaterra llegó a las semifinales de la Copa del Mundo] ahora estuviéramos jugando partidos amistosos o de calificación frente a rivales más débiles, podríamos hacernos una idea equivocada de nuestro verdadero nivel".

DE NUEVO ENTRE LOS GRANDES

Otras selecciones, como Italia y Holanda, tienen también buenos motivos para acoger con entusiasmo la nueva competición, que les da la oportunidad de enfrentarse a oponentes de peso en partidos oficiales tras haber quedado excluidos del Mundial de Rusia. El exbarcelonista Ronald Koeman, que dirige el equipo holandés desde el pasado febrero, se mostró razonablemente satisfecho después de caer el domingo por la mínima (2-1) ante Francia en Saint-Denis. "Ahora sabemos que estamos en el camino correcto", apuntó. Y Roberto Mancini, que el sábado se estrenó como entrenador de la 'Azzurra' con un empate frente a Polonia, subrayó que para una selección joven como la italiana "es mejor jugar por los tres puntos que hacer partidos amistosos".

Pero se diría que no todos los entrenadores conceden la misma importancia a la neonata Liga de Naciones. Poco antes de que Portugal hiciera su debut en la competición, precisamente ante Italia, se le preguntó al técnico Fernando Santos si sus jugadores estaban nerviosos. Su respuesta: "Son futbolistas con experiencia, así que no. Quizá si esto fuera un partido de calificación para el Mundial o para la Eurocopa lo estarían más".