Convertir la Liga Iberdrola en una competición profesional, potente, autosuficiente y de referencia internacional es la gran obsesión desde que en el 2015 se oficializara la unión de 14 grandes equiposcon las únicas ausencias de FC Barcelona y Athletic Club en la denominada Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), y se sumara como principal patrocinador Iberdrola.

En apenas tres años la Liga ha pasado de un escaso foco mediático a convertirse en una referencia con un récord de asistencia en el Metropolitano que ha despertado la admiración de jugadoras de la talla de Carli Lloyd, Pernille Harder o la Balón de Oro Ada Hegerberg, quienes han emitido mensajes de asombro ante los 60.379 espectadores que acudieron al encuentro entre Atlético de Madrid y FC Barcelona.

Periódicos como The Guardian o instituciones como la FIFA también han celebrado un éxito que pone de manifiesto el trabajo realizado con un producto que tiene mucho margen de mejora.

Aunque la cifra dista de lo que viven las mujeres en los campos, encuentros como los celebrados en Anoeta, San Mamés y El Sadar y los que se esperan en las próximas semanas (Mestalla, Cornellà-El Prat y de nuevo San Mamés) muestran el creciente interés por el 'futfem'. Y en este camino hay tres factores de impulso: el trabajo de los clubs, el desarrollo de la Liga y la apuesta de los patrocinadores.

Pedro Malabia, director del fútbol femenino de la Liga, incide en que este resultado es fiel reflejo del trabajo de los clubs y de una estrategia colectiva. "Es una llamada de atención a toda la sociedad y muestra de que el producto en el que trabajamos puede tener éxito gracias al esfuerzo de valientes que se atreven a abrir sus campos".

En la misma línea se explica Rubén Alcaine, presidente de la ACFF: "Es el impacto que hemos buscado desde que nos asociamos. No teníamos repercusión más allá de medios locales y hacíamos nuestra guerra por separado, a nivel nacional se hablaba poco o nada". Ahora tienen un espacio que ha empoderado a las mujeres y ha generado una visibilidad que se celebra con cautela por una evidencia: la Liga no está preparada para tener una competición regular en grandes estadios.

"Hace 15 años no tenía nada que ver. Si cada vez que se abre un estadio hay una buena respuesta, es que lo estamos haciendo bien. Hay síntomas de que interesa el producto audiovisual y presencial, y desde luego vamos por buen camino", recalca Alcaide, quien sitúa este objetivo a largo plazo. "Evidentemente no estamos en el punto de abrir cada fin de semana, pero antes pasaba una vez al año y esta temporada terminaremos con diez o doce abiertos. Refuerza la sensación de que estamos trabajando bien", añade Malabia.

Otra prueba del interés creciente por la competición es el récord de audiencia en un partido femenino de clubes, con 330.000 espectadoresy máximos de 413.000y un 4% de share en GOL, dato que se suma a un reciente acuerdo con Mediapro para la comercialización de los derechos audiovisuales a razón de 3 millones de euros por temporada.

CISMA POR LA COMPETICIÓN

Pero el trayecto hacia el producto ideal y la autosuficiencia ha encontrado trabas en las últimas semanas. El último encontronazo se produjo cuando le RFEF manifestó su intención de ejecutar sus competencias sobre la liga para crear una competición paralela, forzando a los clubes a sumarse si desean jugar en Europa o en la Copa de la Reina. Un anuncio que no ha sentado nada bien a los diferentes actores que llevan años trabajando para ver resultados como el del Metropolitano.

Así lo señala la ACFF, que considera esencial la unión para seguir creciendo. "La Federación ha querido implicarse más, algo fantástico porque su participación ha sido nula. Pero debería sumarse, no suplantar. Es cierto que es titular, pero los que hemos conseguido esta repercusión somos los clubes. No hay otro camino que sentarse e ir de la mano sin imponer un modelo que no cuenta con todas las partes, explica Alcaide. Queda mucho trabajo. Lo que buscamos es que la Liga Iberdrola sea sostenible y no depender totalmente de la voluntad del masculino".

Ese esfuerzo es reconocido también por la Liga, que no concibe un escenario que no pase por ellos. "No cabe otra opción que un trabajo coordinado donde se respete su papel esencial, y es algo que la Federación va a terminar entendiendo. Aspiramos a un entorno profesional y eso solo pasa por una gestión conjunta, con unión y con deseo de hacer crecer esto", concluye Malabia.