¿Podría el holandés Fenkie de Jong jugar una hipotética final de la Champions League con la camiseta del FC Barcelona después de haberse enfrentado al equipo azulgrana en la fase de grupos como jugador del Ajax? Sí, podría (siempre y cuando se hubiera incorporado al Barça en el mercado invernal, claro). Esta es una de las innovaciones que ha introducido la UEFA en la máxima competición continental de clubes para esta temporada, en la que ya no se repetirá, por tanto, un caso como el de Philippe Coutinho, que en el curso pasado quedó excluido de la Champions tras su llegada al Camp Nou por haber jugado cinco partidos de la primera fase con el Liverpool.

A partir de ahora, los equipos que se clasifiquen para los octavos de la competición podrán inscribir en el mercado invernal hasta tres jugadores nuevos sin que pese sobre ellos restricción alguna, incluso aunque hayan defendido los colores de otro club en la fase de grupos. La nueva norma forma parte de un paquete de medidas que la UEFA empezó a diseñar en el verano del 2016, cuando el organismo atravesaba una grave crisis institucional y planeaba el riesgo de que los principales clubs del continente constituyeran una superliga por su cuenta.

Clasificación directa

Otra de las novedades afecta al proceso de selección de los equipos que estarán hoy en el bombo de Montecarlo. En esta ocasión, se han clasificado de forma directa 26 escuadras: los campeones de la Champions y de la Europa League; los cuatro primeros de las ligas española, inglesa, alemana e italiana; los dos primeros de las ligas de Francia y Rusia, y los campeones de Portugal, Ucrania, Bélgica y Turquía. Los seis equipos restantes han llegado a través de las eliminatorias previas, en las que han tomado parte los campeones de las ligas que en el ranking de la UEFA están situadas por debajo de la undécima posición, los terceros clasificados de las ligas quinta y sexta (Francia y Rusia) y los segundos de las federaciones que ocupan del séptimo al decimoquinto lugar.

Habrá también nuevos horarios. La hora Champions dejará de ser las 20.45. A partir de octavos de final, todos los encuentros se disputarán a partir de las nueve de la noche. En la fase de grupos, habrá partidos a las 18.55 y las 21.00 horas, salvo en la última jornada, en la que habrá un horario único (se desconoce en cuál de las dos franjas, aunque lo más probable es que sea la nocturna) para evitar que haya componendas entre los equipos que juegan más tarde.

Más cambios. En los partidos en que sea necesaria una prórroga, los equipos estarán autorizados a hacer una cuarta sustitución. Si un entrenador no ha agotado los tres cambios en los primeros 90 minutos, podrá hacer más de uno en la prórroga.

La última novedad afecta solo a las finales de la Champions y de la Europa League. A diferencia del resto de los encuentros, en los que cada club convoca a 18 futbolistas, los entrenadores podrán contar con 23 jugadores. La Champions cambia de cara, pero, extrañamente, en el lifting no se incluye la introducción del videoarbitraje. El máximo organismo del fútbol europeo es reacio a adoptar la nueva tecnología en sus competiciones porque los árbitros de muchas federaciones carecen de la formación necesaria para aplicarla, pero el éxito del VAR en el Mundial de Rusia podría acelerar su puesta en marcha.