Apenas 48 horas después de que Albert Soler, director de deportes profesionales del Barça, y Robert Fernández, secretario técnico, comparecieran en la sala de prensa del Camp Nou para insistir que no habían «fracasado» en el mercado de fichajes tuvo que aparecer Josep Maria Bartomeu. Tuvo, eso sí, un marco distinto porque el presidente azulgrana concedió dos entrevistas para explicar su versión de ese negro verano en el que el Barcelona perdió a Neymar y quedó al descubierto una errática y desconcertante planificación deportiva. Y con Messi sin haber renovado su nuevo contrato hasta el 2021. «Ha firmado y se hará la foto en breve», insistió el presidente.

«Hacemos autocrítica, nos creímos demasiado a los Neymar y hay que mejorar la planificación de las salidas», admitió Bartomeu. «Los culés no deben preocuparse por Messi, su padre firmó la renovación», recalcó. «Tenemos mejor equipo que el año pasado», subrayó el presidente del FC Barcelona, reconociendo que «hay un desencanto en parte de la masa social, pero hay que acabar con ese pesimismo».

El desánimo es tan grande que Bartomeu, que no compareció en rueda de prensa como era tradición tras cada final de temporada, dio dos entrevistas para intentar lanzar un mensaje de tranquilidad y absoluta confianza en el equipo. No solo eso. Además, recordó que «no existen las condiciones extraordinarias para presentar un voto de censura», enfatizando que «no hay razones ni económicas ni deportivas» para ese proceso que ha puesto en marcha Agustí Benedito.

A la espera de que el derbi con el Espanyol del sábado en el Camp Nou abra un denso septiembre, Bartomeu sigue esperando la foto que aún no tiene. «Todo está acordado con Messi. Hay tres contratos firmados. Uno con la Fundación Messi, otro el contrato de imagen, que lo ha firmado su padre, y el contrato laboral que firmó también su padre, que tiene poderes».