Sin que se hayan apagado aún los ecos del título de los Toronto Raptors en las finales de la NBA, el mercado de la liga estadounidense, cargado este verano de agentes libres, ha traído el primer bombazo. Los Angeles Lakers han cerrado el traspaso del ala-pívot Anthony Davis, de 26 años y 2,08, seis veces All-Star para jugar al lado de Lebron James y convertir al equipo californiano desde este mismo momento en un firme candidato al título para la próxima temporada.

El acuerdo, anunciado en primera instancia por Adrian Wojnarowski, de la cadena ESPN, supone también una espléndida operación para New Orleans, el club donde ha jugado Davis en sus siete temporadas en la NBA. A cambio de su estrella los Pelicans reciben a Lonzo Ball, Brandon Ingram y Josh Hart, tres de los jugadores más sólidos de los angelinos, además de tres elecciones del 'draft' incluida el número 4 del 2019, lo que les permitirá reconstruir, por completo la plantilla. Hay que tener en cuenta que a los Pelicans también les correspondió el número uno del 'draft' del 2019, y todo apunta a que escogerán a la gran promesa universitaria Zion Williamson, un portento físico del estilo de Lebron.

Las primeras reacciones a la noticia aún oficiosa han llegado por parte de Lamar Ball, el polémico padre de Lonzo Ball, dejando claro el error cometido por los Lakers: "Garantizo que va a ser el peor movimiento que van a hacer en toda su historia. No van a ganar ningún anillo más nunca. Es que te lo aseguro".

Intento fallido

Los Lakers ya intentaron incorporar a Davis en el pasado mercado de verano, después de que Davis dejara entrever su deseo de cambiar de aires, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Los Celtics también habían dejado claro su interés por Davis, cuya incorporación dará a la franquicia de Los Angeles a convertirse ya en un sólido aspirante al título, con el añadido de que aún cuenta con un margen de 30 millones de dólares en el límite salarial para fichar a otra primera figura.

El nombre del base Kyrie Irving, que acaba contrato con los Celtics y no ha conseguido adaptarse al equipo de Boston, es uno de los que se rumorean con más insistencia y volvería a reunir a Lebron e Irving después de su exitosa etapa en Cleveland, donde lograron un anillo en el 2016 en la final frente a los Warriors.