Asensio escribió a Saúl «no te relajes» en el balón con el que el rojiblanco marcó los tres goles que dieron el pase a la final a la selección española sub 21 ante Italia. Fue uno de los mensajes que los internacionales dirigidos por Albert Celades dirigieron al hombre que aplastó al equipo italiano. Todos en la misma dirección, cara a la final que disputan hoy en Cracovia contra Alemania, que tuvo que esperar a la tanda de penaltis para deshacer el 2-2 con que acabó su semifinal ante Inglaterra. El centrocampista total del Atlético replicaría después al madridista en tono distendido que a ver si en el último partido volvía a coger la onda del primero, en el que la perla blanca fue quien marcó un triplete a Macedonia. Después, eso sí, de que Saúl abriera la lata, como en todos los encuentros hasta ahora.

Comentarios cargados de ilusión para volver a reinar en Europa al cabo de cuatro años. En 2013, el equipo de los De Gea, Bartra, Thiago, Isco, Koke, Morata, Illarra, Montoya y compañía se impuso en la final también a Italia (2-4) con un hat-trick de Thiago para sumar su segundo título europeo consecutivo, y es precisamente a la italiana a la que ahora puede igualar como selección con más títulos de la categoría, cinco, si superan a los alemanes en la final.

Una empresa al alcance de un equipo que engancha, que multiplica el número de incondicionales entre los que añoran los éxitos de la absoluta y que sorprende y asombra a sus sucesivos rivales. Un grupo liderado por jugadores preparados ya para dar el salto definitivo a la selección de Julen Lopetegui, caso de Asensio, Saúl y Kepa, y probablemente a medio plazo de Ceballos, Llorente o Sandro. Con esos mimbres, el conjunto español ha crecido sin freno a lo largo del campeonato para colgarse con toda razón la etiqueta de favorito ante un rival, Alemania, que, de acuerdo con su idiosincrasia en todos los estratos, nunca se resignará a desempeñar un papel de víctima propiciatoria.

«Parar a Saúl, que ha jugado 20 o 30 partidos en la Champions, a Asensio, que ha marcado en una final de Champions, o a Deulofeu no es fácil», dijo el seleccionador italiano sub-21, Luigi di Biagio, para explicar la incapacidad de su equipo para frenar a España en la semifinal. No descubría nada nuevo al técnico alemán, Stefan Kuntz. Alemania pasó a semifinales como mejor segundo después de perder en la primera fase ante Italia (1--0) y destacan más por un centro del campo muy creativo --Arnold, Gnabry y Meyer-- que por la secular disposición alemana a intentar ganar por aplastamiento. Es fruto, como en la absoluta, del proceso de cambio inciado en todos los niveles a raíz de la final de la Eurocopa 2008 y de la semifinal del Mundial 2010, perdidas precisamente ante España.

Celades no cambiará nada para intentar levantar el título. «Los milagros no existen. Hay mucho talento detrás y sabemos que tendremos que hacer algo más que contra Portugal e Italia. En una final no hay excusas y el tema psicológico es más importante que el físico», dijo, el seleccionador.

«Tenemos que jugar sucio, empezar con pequeñas faltas o con juego sucio para que los españoles pierdan la alegría por jugar», declaró el centrocampista Meyer ante la prensa acreditada.