Con Usain Bolt intentando meter goles en la liga australiana, el maratoniano Eliud Kipchoge toma el relevo como atleta más reconocido y exitoso del último lustro. Al jamaicano y al keniano les une Berlín y un mismo destino: ser los mejores y marcar época en lo suyo. Del más rápido al más resistente. De los 100 metros lisos al maratón. Del atleta más extrovertido y popular en la historia del atletismo, al humilde trabajador del asfalto, un grande para millones de aficionados a las tiradas largas.

Más de 42 kilómetros les separan, aunque les une ser los mejores explorando los límites del ser humano. Bolt, 'El Rayo', como el más veloz de la historia, 9.58 segundos en 100 metros y 19.19 en 200, récords que van a cumplir una década, logrados en el Mundial de Berlín 2009. Y Kipchoge como el más resistente: 2.01.39 horas en el maratón de la capital alemana del pasado mes de septiembre. Dos corredores que marcan los albores deportivos del siglo XXI con registros que colman esa debilidad tan humana de querer anticiparse al futuro.

ZAPATILLAS REVOLUCIONARIAS

Kipchoge (34 años) es tan solo dos años mayor que el meteorito jamaicano, entretenido ahora jugando al fútbol en equipos de ligas menores, en una especie de descompresión deportiva que remite de lejos a las reggae-nights en las que celebraba sus inolvidables triunfos deportivos.

Como Bolt, Kipchoge ha hecho carrera sin moverse de su país, utilizando todos los avances técnicos y humanos de los que disfruta cualquier corredor de élite de un país rico y con tradición deportiva. Su globalizado método de entrenamiento no renuncia al espartano estilo de vida que hace campeones a los habitantes del Rift Valley.

Kipchoge sigue lavando sus calcetines a mano en Kaptagat, pero corre con las revolucionarias Vaporfly, las zapatillas naranja fosforito con las que en 2017 intentó romper la barrera de las dos horas en maratón (Breaking2), un proyecto apadrinado por Nike, el fabricante de sus innovadoras 'zapas'. Tan eficaces -se especula que con una respuesta a la impulsión superior al 4% sobre el resto de zapatillas de parecido rango- que su versión comercial también causa furor entre los 'runners' de a pie.

En el espectacualr experimento Breaking2, el keniano se quedó a 25 segundos de alcanzar su objetivo de menos de 2 horas en maratón, rodando a menos de tres minutos por kilómetro sobre el asfalto del autódromo de Monza. Un ritmo endiablado a cargo de un prototipo de poca carne y mucho hueso, volando hacia lo desconocido. Kipchoge, padre de tres hijos, asegura que lo volverá a intentar en 2019.

EL RÉCORD MÁS AMPLIO

No hay que dudarlo, porque en el 2018, en ausencia de Bolt, se ha consagrado sin reservas. El pasado 16 de septiembre, en medio de una expectación mundial -alimentada precisamente por la prueba de Monza- pulverizó en nada menos que un minuto y 18 segundos el récord mundial anterior de maratón, que tenía su compatriota Dennis Kimetto desde hacía cuatro años en 2.02.57, también en Berlín.

Kipchoge corrió a un ritmo de 2 minutos y 53 segundos el kilómetro y se acercó con todas las de la ley, y de un modo intimidatorio, a un muro, el de las dos horas, que parecía tan infranqueable como el antiguo de la capital alemana. El corredor del valle del Rift contó con la ayuda de varias 'liebres' hasta el kilómetro 25, pero los últimos 17 los corrió totalmente en solitario, batiendo el récord mundial por el magen más amplio registrado en los últimos 51 años.