El Córdoba CF entrenó en la mañana de ayer, en la Ciudad Deportiva, después de dos días de descanso tras la victoria obtenida en Vallecas, que sirvió para certificar la permanencia. Los hombres de Carrión comenzaron la preparación para el duelo del próximo sábado ante el Girona (a las 20:30 horas en El Arcángel).

En una sesión marcada por el fuerte calor, con los jugadores parando cada poco tiempo para beber agua y refrescarse, la principal novedad fue la presencia de hasta seis jugadores del filial junto a los hombres del primer equipo. Esteve, Quiles, Víctor Mena, Jordi Ortega y Marc Vito, además de Javi Galán, que a efectos prácticos es un hombre más del primer equipo, se ejercitaron junto al resto en un entrenamiento que, tras los habituales ejercicios de pase, posesión y rondos con presión, se centró en un partidillo a medio campo.

El grupo, dividido en tres equipos con mezcla de titulares y suplentes, trabajó durante más de hora y cuarto, destacando los goles conseguidos por Rodri y varias paradas de mérito de Razak.

Al finalizar la sesión llamó la atención que Juli, que completó todo el entrenamiento junto al resto del grupo, echó mano de una bolsa de hielo, que se colocó en su rodilla derecha, entre visibles gestos de dolor.

Quien sigue recuperándose de sus molestias es Héctor Rodas, que ayer completó toda la sesión, aunque trabajando en solitario junto al recuperador Javi Poveda, por lo que avanza en su puesta a punto tras la lesión en el aductor.

En otro orden de cosas, Javi Lara y Luis Miguel Carrión estuvieron conversando durante la primera media hora del entreno. El entrenador barcelonés también dialogó antes con Luso, ambos pesos pesados del vestuario.