Jordi Alba, cuidadoso en cada palabra, comedido, ha comparecido en su estreno con la España de Luis Enrique para secundar las declaraciones del seleccionador sobre los motivos que no motivaron su ausencia. “No hay que olvidar el pasado porque no ha pasado nada entre Luis Enrique y yo”, ha explicado varias veces con diferentes palabras.

“El trato de Luis Enrique con el jugador es muy bueno. Te puedo hablar todo bueno, no hay nada malo”, ha llegado a decir, casi al final, para escapar del arsenal de preguntas que tuvo que responder sobre el seleccionador con una idea clara y concisa. “Luis Enrique me ayudó mucho en el Barcelona, nunca he dicho una mala palabra ni he tenido ningún problema con él. Estoy agradecido por poder volver a la selección”, había explicado antes.

Ante la falta de argumentos y de explicaciones deportivas que secundaran la no convocatoria de Jordi Alba con la selección, los problemas personales, negados por los dos, pasaron a ocupar un puesto preponderante. “No me arrepiento de nada, en su día mostré mi deseo de jugar más, nada más”, ha reivindicado Alba. “No ha habido ningún encuentro ni ninguna llamada previa, ha sido una decisión suya”, ha explicado. “Con Valverde también tengo una gran relación, y si mañana no me pone a jugar me tendré que joder, pero eso no tiene nada que ver con la relación personal”, ilustró para justificar su tesis.

Casi al final, ya más relajado, se permitió una licencia a costa de la que se había permitido su entrenador el día de la convocatoria, cuando dijo que quería parecerse a Jordi Alba. “Tiene buen gusto”, dijo el lateral con una sonrisa.

Los meses de ausencia

Han sido muchas las muestras de cariño y de reconocimiento futbolístico que ha recibido Alba durante su ausencia en la selección, que el defensa ha agradecido en varias ocasiones. “Gracias a las muestras de cariño que ha recibido. Me he sentido más querido, he notado el apoyo de la gente y lo agradezco. Esta vez me ha hecho más ilusión, parece que sea la primera vez que vengo”, ha explicado.

Me lo he tomado con tranquilidad, creo que he madurado mucho”, ha explicado sobre cómo ha sobrellevado una situación atípica. “Se me hacía un mundo no venir, pero por suerte estoy aquí”, ha reconocido.

Aunque en ningún momento ha negado que su deseo era estar con la selección, en la misma medida se ha implicado para poner de manifiesto que las decisiones son responsabilidad del entrenador y que él las respeta al máximo. “Mi intención y mi desea siempre ha sido venir. Me he sentido muy cómodo durante toda la temporada, pero la decisión es del entrenador”, ha dicho. “Yo creía que tenía que venir, como todos los jugadores, pero el que decide es el entrenador”, ha insistido