El valor de las cosas cambia por el contexto. Para un espectador neutral resultaría una acción intrascendente, una pincelada de maquillaje en una derrota clara. Pero el gol de Joaqui en el pabellón Virgen de la Cabeza de Valdepeñas fue algo más que eso. Supuso la reivindicación del valor de lo local en el club, un ramalazo de rebeldía en medio de un escenario doloroso -el Córdoba Futsal Patrimonio acabó perdiendo por 7-4- y un paso más en una carrera emergente. "Estoy orgulloso de haber marcado el gol aunque no haya podido valer para la victoria, que es lo más importante del equipo", expresó al final el protagonista con esa mezcla de modestia y hambre de quienes quieren hacerse un sitio entre los profesionales.

Joaquín Herrero Castro (Córdoba, 2001) se asomó al Córdoba Patrimonio de la Humanidad en la larguísima pretemporada de un plantel que se quedó sin competición desde marzo del año pasado. Joaqui, con 18 años, formó parte de una brigada joven en la que Pedro y el meta Víctor Areales representaban un aire de renovación para una formación que iba a ser remodelada a fondo. Josan González vio algo en este dinámico ala y le dio confianza en los ensayos. Este vecino del barrio de Fátima promocionó desde el equipo de la División de Honor Juvenil blanquiverde, donde pulió las cualidades que desde los 14 años había mostrado en un clásico del fútbol sala local como el Adeval. Su irrupción se ha dejado sentir en el actual curso.

Sin prisa, con tiento, Joaqui ha ido añadiendo minutos en la máxima categoría española. Josan González le ha dosificado y tutela su progresión con especial dedicación. No es sencillo asomarse a la escena en un equipo como el Córdoba Futsal, que en su segundo año en Primera División tiene una final en cada cancha. Los minutos se cotizan alto y Joaqui es consciente de que su momento irá llegando. "Eé que todavía soy muy joven y me queda tiempo por delante para conseguir mi objetivo, que es ser jugador de este equipo", expresó el futbolista al final del partido ante el Viña Albali, resuelto con un marcador negativo. Hubo frustración colectiva, pero felicidad invididual por un gol que le provocó "orgullo", según confesó, si bien subrayó que no lo esperaba porque fue "en una media vuelta un poco rara".

Joaqui ha intervenido en siete -seis de Liga y uno de Copa- de los catorce encuentros disputados por el Córdoba Futsal y ya tiene un gol como jugador de Primera. El dorsal 23, un estudiante de TAFAD que aspira al profesionalismo como jugador, ya sabe lo que es celebrar en la élite. Llegará el día en que el festejo sea completo, con su equipo triunfante gracias a algún tanto con su firma. "Cada vez tengo más partidos y más minutos, que yo intento aprovechar haciendo lo que sé", dice. Está en la vía correcta.