Javier Lozano Cid (Toledo, 28/10/1960), es ahora presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) tras haber sido jugador y seleccionador de España, entre otros cargos. Ayer visitó el pabellón Vista Alegre con motivo del encuentro del Córdoba Futsal contra el Talavera y antes del amistoso que disputará la selección española ante Hungría el día 29 en su vuelta a Córdoba 23 años después.

--¿Qué le ha supuesto esta vuelta a Córdoba?

--Fundamentalmente mucha emotividad. Me han venido buenos recuerdos, he visto personas que llevaba mucho tiempo sin ver e incluso empleados y aficionados de fútbol sala y presidentes de otros clubs que aquellos estuvieron en aquel gran campeonato que se disputó en 1996 y que supuso el despegue de una selección campeona. Mucho emoción y después también he venido para estar con club, el Córdoba Futsal, y apoyarle.

--Regresa la selección a Córdoba 23 años después. En aquel Europeo era seleccionador y ahora es presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). ¿Cómo puede explicar esta transformación?

--Antes de nada quiero decir que el mérito de que la selección juegue en Córdoba es de Pablo Lozano. Delegado de fútbol sala de la RFEF y vicepresidente de la Federación Andaluza, lo ha trabajado muy duro para conseguir este logro y hay que reconocerle ese esfuerzo. En cuanto a mi transformación, es un proceso lógico. Siempre he sido entrenador de vocación, pero mi profesión siempre ha sido la gestión. Cuando se acabó la ilusión por los banquillos, algo que surge de dentro, tu propio interior te dice que debes dejarlo cuando ya lo has ganado todo: Europeos, Mundiales, etcétera. Entonces, el mundo de la gestión comenzó a despertarme el interés.

--Le despertó la ilusión de la gestión de su pasión deportiva, el fútbol sala.

--Al fin y al cabo conozco toda la cadena. He sido jugador, entrenador, gerente, presidente… He pasado por todos los estadios. Eso me hace tener una visión global de todo este deporte. Conozco la política deportiva a nivel UEFA, FIFA y federación.

--La LNFS cumple este año su trigésimo aniversario. ¿En qué estado se encuentra?

--Debo decir que aquí llego casi por accidente. Me llaman los clubs y termino mi etapa en el Real Madrid cuando me voy a incorporar a un proyecto internacional importante. En ese momento me llaman los clubs que estaban en quiebra técnica hace nueve años, se debían cuatro millones de euros y el auditor dijo que se debía liquidar la liga. Ellos vienen desesperados y me decían que yo era la única persona que podía salvarles. Tras decirles que no varias veces, me hacen la liada y la RFEF también me insistió para accediera al cargo. Puedo decir que desde aquella época, hace nueve años, estábamos muertos. Pero ahora nos encontramos con una liga muy saneada, ayudamos económicamente a los clubs, les exigimos ciertos requisitos, tenemos un control de reglamento económico, les exigimos que no haya impagos a jugadores, entrenadores ni proveedores; tienen que estar al día con Hacienda y la Seguridad Social. Por otro lado, tenemos una proyección mediática significativa, mucha capacidad de innovación y la tecnología es de obligado cumplimiento. Hemos digitalizado la empresa y nuestros partidos se ven en multitud de países a través de streaming. Dichas retransmisiones los hemos acordado con varias televisiones. En definitiva, hemos creado un producto muy interesante dentro del fútbol sala, de hecho somos la referencia a nivel mundial. A modo de ejemplo, a la próxima Copa de España acudirán representantes de más de 30 países para ver nuestro sistema de trabajo. Con humildad, pero somos una referencia.

--¿La Copa de España puede considerarse el buque insignia de la LNFS?

--En primer lugar, lo más importante de la Copa de España es que este año va a cumplir su trigésima edición. Nos dimos cuenta, hace tiempo, que la Copa de España debe ser algo más que un evento deportivo. Con el evento lo que hacemos es un montón de actividades culturales, sociales, educativas, solidarias y de ocio. Con todo esto hacemos una fiesta que atrae a la gente, que quiere pasárselo bien viendo el deporte que le gusta. Pero además, a la ciudad que vamos dejamos huella a través de los niños visitando hospitales, concursos de pintura, campeonatos, viendo discapacitados… hacemos muchas cosas más allá de marcar goles o hacer regates. Por todo ello dejamos un legado en muchas capas de la sociedad. Por eso es un modelo diferente.

--¿El modelo de gestión de la LNFS ha servido como modelo en otros deportes, como en LaLiga?

--LaLiga tiene algo que no tiene nadie y es que el fútbol es una religión y un deporte de masas con una capacidad económica tremenda. Estamos a años luz. Sin embargo, notamos que ellos copian cosas sin reparo, lo que pasa que ellos tienen una capacidad para generar producto tremendo y por eso nos pasan por la derecha, puesto que tienen lo más importante: dinero y profesionales. Pero no solo eso, por ejemplo en la final de la Copa de España del Wizink Center vino gente de la ACB, de la Federación de Baloncesto, de muchos deportes porque quieren saber cómo trabajamos. Y viceversa. Copiar lo bueno no es malo, es ser inteligente. Después tienes que adaptarlos a tu idiosincrasia y circunstancias.

--Como deporte en general, ¿el fútbol sala ha cambiado a grandes pasos o siempre ha tenido un seguimiento alto?

--Ha cambiado muchísimo. Una de las cosas importantes que estamos consiguiendo grandes éxitos, como llenar el Wizink Center durante cuatro días. Eso es cambiar la percepción exterior del fútbol sala. Los de dentro somos fanáticos, pero los de fuera se quedan asombrados. Cuando decidimos la sede de Madrid, me dijeron que estaba loco. De hecho, el director de la propia instalación que lo conocía se cuestionaba si íbamos a llenar este pabellón. Yo solo les dije a todos que creyeran en la capacidad del fútbol sala. Y lo llenamos. Otro ejemplo: el portero de la finca donde yo vivo me decía que el fútbol sala se oía por todos lados y cuando el taxista me conoce más por ser presidente de la LNFS que por seleccionador, algo está cambiando. Cuando la gente exterior a nuestro círculo ya comenta que el fútbol sala mueve cientos de personas, se están superando determinadas barreras.

--¿Qué proyección le ve al fútbol sala en los próximos años?

--Con la llegada de Luis Rubiales como presidente, la RFEF está reforzando el fútbol sala de selecciones, el comité nacional de fútbol sala, la Segunda B, la liga femenina. En resumen, sus competencias. La clave va a estar en la colaboración. Entre la LNFS que tiene las categorías más profesionales y el comité nacional de fútbol sala que trabaja el resto, debemos remar juntos, no uno contra uno. Cada uno tenemos un objetivo distinto y de nada vale que el fútbol sala profesional vaya bien y el otro mal o al revés. Hay inteligencia suficiente y ambos estamentos debemos ayudarnos para que creciera todo el fútbol sala, no solo una parte. La LNFS ya tiene la quinta marcha, pero debe crecer todo al unísono.

--Ahora mismo hay diez jugadores de Córdoba en la máxima categoría y 29 en toda la LNFS. ¿Qué puede decir al respecto?

--Es un vivero de talento con gran tradición. En general, Andalucía y lo he hablado con Pablo Lozano, Andalucía es un vivero para todo. En esta tierra hay arte en el ADN. Concretamente, Córdoba ha tenido mucha tradición histórica de fútbol sala, me ha alegrado ver a expresidentes del Auto Escuela Séneca o del Bujalance, por ejemplo. He venido a jugar aquí, no solo a Córdoba capital contra el famoso Cajasur. Siempre ha habido potentes equipos y es una pena que la provincia críe talento para los demás. Por ello, el proyecto del Córdoba Futsal es una casa aglutinadora de ese talento. El club les está diciendo que no hace falta que se vayan, que se puede crecer aquí como club, como ciudad y no hace falta emigrar para jugar fútbol sala de nivel.

--¿Cómo ve el proyecto del Córdoba Futsal?

--Se encuentra en proceso de crecimiento. Tanto en mi etapa de entrenador como ahora de gestor, siempre he considerado que más que conseguir los objetivos, es si estás en movimiento, si has crecido respecto al año anterior. Es imposible que ahora mismo el club tenga conseguidos todos los objetivos para dar el salto a la Primera División. Pero con respecto al año pasado, esta entidad ha crecido en un 200%. Por tanto, en dos pasos más puede estar para jugar en la élite. Aunque, lo más importante de ascender a Primera División es estar preparado para quedarte. Porque si subes un año y bajas al siguiente, puedes generar decepción. No consiste en dar pasos que no estás preparado para darlos. El éxito llega solo si se sigue un proceso lento, pero trabajado. No solo hay que crecer en el campo, sino en las oficinas, como estructura de club. La LNFS reparte dinero a los clubs, pero también les repartimos deberes, exigencias. El año que viene habrá más dinero y al siguiente también, pero las entidades que integran la liga deben cumplir. Es más importante hacer bien las cosas como club, tener estructura que el gol, que llegará. El gol es una consecuencia.

--¿Se imaginaría por un instante a cinco cordobeses vistiendo la camiseta de la selección en Córdoba?

--Depende del seleccionador, en este caso Fede Vidal. Aunque, si por mi fuera, ¿por qué no? Es un partido amistoso, con un rival como Hungría, al que hay que respetar, pero no es una potencia. Además, los jugadores cordobeses tienen mucho talento y hay para hacer un quinteto de garantías para la selección o en un equipo de Primera División. Hay jugadores cordobeses muy buenos.

--No solo eso, sino que también destacan en las competiciones nacionales e internacionales como Bebé, Solano o Boyis.

--¿Sabes qué pasa? No destacan porque sean cordobeses, sino porque son muy buenos. Es decir, cuando hay muchos buenos de una misma ciudad o provincia, algo se está haciendo bien. En deporte las casualidades se dan una vez esporádica. El deporte que es constancia y perseverancia, no existe la fortuna. Eso hay que aplaudirlo. Hay mucha gente que se ha dejado la vida, trabajando altruistamente, que han dejado su dinero, tiempo y familia. Hay que tener un respeto y agradecimiento. Por eso, todas esas personas que han trabajado con niños solo por verles felices y educarles bien, merece la pena. Ha habido también buenos formadores.

--¿Qué le ha parecido el partido que ha contemplado (por ayer) tanto en el juego como en el ambiente?

--A los equipos se les hace su radiografía en la clasificación. El Córdoba tiene muchísimos goles a favor, pero también muchísimos en contra. Pero ves al equipo jugar y es divertidísimo, salvo para el presidente que le puede dar algo. Es un equipo que propone hacia adelante, como el general McCarter. Dispara muchísimo, llega muchas veces. Pero tiene un lado malo y es que atacan tanto, que a veces se olvida que tienen un bagaje defensivo. Ese equilibrio a veces hace que condicionen partidos. La propuesta de juego del equipo es muy atrevida, perpendicular, muy bonito para el espectador. Pero es necesario ese equilibrio defensivo. Pero eso va en su identidad. Es una propuesta, yo recuerdo muchos equipos que jugaban así y decían que si ganas por un gol más que el rival, vale. El público lo va a agradecer puesto que es mejor ganar 6-5 que por 1-0.

--¿Qué espera de los dos partidos que va a jugar la selección en Córdoba?

--Será una fiesta. La gente lo va a pasar bien, va a llenarlo todo. Van a disfrutar, se va a ver una selección ganadora y que propone un juego bonito. Me ha sorprendido gratamente que haya venido a Vista Alegre muchísima gente para saludarme y recordarme que estuvieron en el Europeo de 1996, tantos adultos que entonces eran niños, como gente de mayor edad que eran adultos en aquel campeonato. Por los menos 20 personas me han recordado que estuvieron en aquella cita. Será un reencuentro muy sentimental y será una fiesta emotiva.

--Y si durante unos minutos hay cinco cordobeses vistiendo 'La Roja'…

--Eso ya hay que decírselo al seleccionador (entre risas). En mi etapa de seleccionador no me gustaba que me dijeran estadísticas o datos anecdóticos de este tipo.

--La próxima Copa de España se va a disputar en Valencia, aunque antes se jugará ese Desafío entre España y Brasil. ¿Qué puede esperar de ambas citas?

--Espero, sobre todo, seguir ganando en repercusión. Que se hable de fútbol sala y cosas bonitas de este deporte. En definitiva, de récords, eventos, rivales… Creo que un España-Brasil tiene una dimensión increíble, más allá de que sea un amistoso. Al igual que una Copa de España, de hecho restan dos meses y las entradas escasean. Vamos a registrar récords de aforo y seguiremos creciendo. Todos debemos sumar para seguir creciendo.