El plan está muy claro para el Córdoba CF: hay que escapar lo antes posible de la Segunda B. Después del fracaso global del curso 19-20, interrumpido por una pandemia sólo unos días después de que el equipo perdiera su plaza de play off en casa, la entidad se rearma para encontrar una vida mejor. Lleva el club dos temporadas infames, posiblemente el ciclo más negro de su historia, y ahora está ajustando piezas para que el juguete no deje de funcionar.

Miguel Valenzuela, como director general deportivo, y Juan Gutiérrez 'Juanito', desde su cargo de responsable de la dirección del primer equipo, llevan sus apuntes al día. "Si viérais cómo están trabajando y sus métodos, os asombraríais", deslizó el consejero Javier García Calvo en su última comparecencia ante los medios a propósito de la tarea que están llevando a cabo los jefes del staff técnico. A día de hoy hay 16 jugadores con contrato -alguno se irá- y 5 sin él -alguno se quedará- para construir un grupo al que se añadirán, según indicó el consejero Adrián Fernández, "entre ocho y diez" incorporaciones en el mercado.

Los primeros movimientos

El club oficializó cuatro bajas: Imanol García, Chus Herrero, José Antonio González y Fidel Escobar. Ninguna sorprendente. Quizá algo más la del mediocentro navarro, con mucho protagonismo en el equipo tanto con Enrique Martín -su gran valedor- como con Agné. Sin ascenso, la puerta se cerró. A Chus le dijeron que no seguía y no se sorprendió. "Aquí pasé la peor etapa de mi carrera", confesó el central maño en la hora del adiós después de año y medio en El Arcángel para vivir un descenso y un curso delirante con impagos y follones de todo calado.

El pontanés José Antonio González, que estaba a préstamo, vuelve al Granada tras un año en el que fue de más a menos: el entorno le engulló. Y lo del panameño Fidel Escobar, pura economía: para activar su continuidad había que poner 400.000 euros para el Sporting San Miguelito, una cantidad prohibitiva en Segunda B.

¿Quiénes tienen contrato?

El jugador con el vínculo más largo es Javi Flores, capitán del equipo, que regresó el pasado verano después de romper con el Elche -en el que le quedaba un año- para firmar por tres campañas en El Arcángel, hasta 2022. Tiene 34 años y está entre los que más minutos ha disputado. Su valor trasciende el césped. Se perfila como uno de los ejes del nuevo equipo. También pertenecen al Córdoba hasta 2022 el portero Edu Frías -suplente de Becerra y aún sub-23 el curso que viene- y el central Fernando Román, que está cedido en el Marbella y podría seguir allí.

El núcleo del Córdoba lo forman diez futbolistas con dos nexos en común: les queda un año (hasta 2021) y son veteranos. Uno de ellos, Luis Garrido, lo podría tener más complicado que el resto. El internacional hondureño recaló en el Córdoba en un contexto de inestabilidad en todos los órdenes. Agné le hizo debutar y le sacó inmediatamente del equipo. Con Sabas no le dio ni tiempo a abrir la boca futbolísticamente hablando.

Todos los demás fueron relevantes en el equipo, algunos de ellos después de incorporarse en el mercado invernal. El meta Becerra, el central Djetei y el pivote Xavi Molina tuvieron un nivel aceptable. Miguel De las Cuevas marca diferencias en la categoría: aportó empaque y goles, formando un tándem eficaz con Javi Flores. Hicieron lo que pudieron hasta que llegaron los refuerzos de invierno: Valverde, Willy y Piovaccari. Los dos primeros se lesionaron pronto y el italiano estuvo bastante perdido en su etapa, muy lejos de las expectativas creadas en su retorno. Todos esos casos están en estudio.

Como los de los laterales Iván Robles y Jesús Álvaro, que tuvieron un desempeño discreto. El primero llegó para suplir a Fernández, que se marchó al AEK Larnaca de Chipre; el ex del Cartagena puso voluntad, aunque le costó cerrar defensivamente su lado y la afición le señaló. Una difícil situación que podría influir en su continuidad.

Con un año más están también Víctor Ruiz -que vuelve de su cesión al Levante-, Sebas Moyano -que regresa de su préstamo al Valencia Mestalla y está a expensas de que el Lugo pueda ejecutar una opción de compra- y Zelu, que actualmente está en el Logroñés a la espera de jugar el play off de ascenso que, en caso de éxito de los riojanos, podría significar la continuidad del extremo jerezano allí.

Los que terminan

Además de las cuatro bajas confirmadas, hay cuatro jugadores que también quedarían desvinculados: Raúl Cámara, Thierry Moutinho, Iván Navarro y Jordi Tur. El veterano lateral no llegó a cumplir los partidos que hubieran activado su renovación automática y no fue una pieza determinante. Se irá. Moutinho mostró su calidad a cuentagotas y las lesiones no le ayudaron, aunque podría tener su opción de seguir. Igual que Jordi Tur, que recaló en El Arcángel cedido por el Cádiz y no jugó un solo minuto oficial. Los nuevos técnicos tendrán la última palabra, como en el caso de Iván Navarro -goles y buenas sensaciones en su irrupción desde el filial- y Trabazo, que jugó 14 partidos en el San Sebastián de los Reyes y aún será sub-23.

La recámara del B

Fran Gómez, Antonio Moyano o Vera, que se proyectaron desde el filial de Tercera División y no tenían contrato con el primer equipo, son piezas que podrían encajar en el puzle de la plantilla 20-21. La idea de fortalecer al equipo de Tercera División para contar con "cinco o seis jugadores" que en cualquier momento puedan ascender a la primera plantilla, expuesta por el consejero Adrián Fernández, enlaza con la idea de contar con pesos importantes en el B. En definitiva, volver a la fórmula lógica: que las llamadas para el primer equipo sean un premio o una consecuencia del buen rendimiento en el filial y no un remedio de urgencia para tapar agujeros.