El Córdoba CF volverá a marcar la próxima temporada el presupuesto más alto de los 100 clubs que participen en la nueva Segunda División B de cinco grupos y de diez subgrupos.

La cantidad para plantilla y cuerpo técnico que se maneja en la entidad blanquiverde ronda las cifras de la pasada temporada, ligeramente superior a los tres millones de euros, y que ya en la 19-20 supusieron la mayor inversión de la categoría de bronce del fútbol español. Deportivamente ya se conoce el resultado: no solo el equipo no se metió en las eliminatorias de ascenso a Segunda División, sino que tuvo serias dificultades para meterse, aunque fuera temporalmente, en los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria.

Por lo tanto, el reto del Córdoba CF para la 20-21 es doble. El primero es que dicha inversión se vea sobre el campo y que esos poco más de tres millones se traduzcan en la tabla clasificatoria. El segundo es la dificultad que confiere el desequilibrio del plantel de la pasada campaña, que obliga a negociar con jugadores para dar salida y reequilibrar en diversos puestos el grupo de jugadores que dirigirá Juan Sabas. Es decir, que aunque en este caso repita presupuesto, algo más de tres millones de euros, en dicha cifra se incluye el coste de las rescisiones que han de llegar. Y no serán pocas, ya que para firmar al menos a esos diez jugadores (cinco de ellos sub-23), el club blanquiverde deberá dar salida a media docena de futbolistas.

La mitad de esas salidas puede tenerlas bien orientadas el grupo de trabajo que encabeza Miguel Valenzuela por la propia ley de mercado y del fútbol: Zelu, Fernando Román y Sebas Moyano podrían salir sin muchas dificultades, siempre y cuando sus teóricos clubs de destino cumplan con las expectativas que tienen. En ese caso, el esfuerzo de negociación del Córdoba CF se vería reducido a la mitad, aunque como siempre ocurre en cada mercado estival la lista podría aumentar. Todo dependerá de lo que ofrezca dicho mercado, es decir, que si este otorga una oportunidad de más, la lista de bajas podría aumentar.

No deja de ser paradójico que los dos primeros -y la afición espera que sean últimos- presupuestos del club en Segunda División B superen sensiblemente al último que tuvo en el fútbol profesional. En la última campaña del Córdoba CF en Segunda División, la 18-19, el presupuesto global para plantilla (no confundir con el presupuesto global del club) incluyendo, como en estos, los cuerpos técnicos, se quedó en 2,8 millones de euros, señalados por la propia patronal a través del límite salarial. Aquellos 2,8 millones no dieron para seguir en Segunda, pero estos tres deben ser suficientes para recuperarla.