Inglaterra campeona de grupo y aspirante a conquistar la Liga de Naciones y Croacia descendida a la segunda división. El duelo a cara o cruz de los rivales de España dictó este desenlace (2-1), con la selección esperando la decisión ajena en Las Palmas y a punto de disputar un amistoso con Bosnia. Inglaterra se sacó la espina de la derrota en la semifinal del Mundial con el mismo resultado y remontando el marcador adverso, como sufrió en sus carnes en Moscú.

Con un saque de banda y una falta lateral. A balón parado, como en los viejos tiempos (y no tan viejos, en el Mundial, sin ir más lejos, Inglaterra llegó a la penúltima estación), el equipo de Gareth Southgate atrapó la victoria, que tuvo algunos tintes épicos y un premio formidable por cómo pintaba el panorama.

KANE CIERRA SU MALA RACHA

Croacia se adelantó con un afortunado gol de rebote de Kramaric en el segundo tiempo y metió presión al cuadro inglés, que ya estaba perdiendo el hilo del juego. La estrategia siempre echa una mano a quien la trabaja. Un saque de banda colocado al centro del área por Gomez acabó con Lingard remachando el balón sobre la línea el flojo remate de Harry Kane. El primer paso estaba dado. El segundo lo dio quien debía hacerlo. El capitán. Kane cerró una negra racha de siete partidos sin marcar en el momento preciso. Gracias a su instinto de goleador, metiendo la puntera en un centro de Chilwell que sorprendió a Kalinic.

El empate solo satisfacía a España, y por su condición de local, Inglaterra tomó la iniciativa con Croacia pendiente de un error ajeno. El empuje inicial de los pross se fue diluyendo con el paso de los minutos y el cuadro visitante empezó a respirar cuando pudo hilvanar algunas series de pases. Nada ofensivos, por cierto.

Las ocasiones de gol inglesas se acumularon en el primer cuarto de hora, y se fallaron una tras otra: un mano a mano de Sterling con Kalinic ganado por el meta, un mal remate de Kane solo cerca del palo y un doble remate de Kane que salvaron Jedvaj y Kalinic concentraron las acciones de mayor peligro antes de que Stones cortara un centro croata en el área. Un pase envenenado de Modric a Perisic sin remate fue la segunda señal de vida.

UN UNO CONTRA SEIS

El primer remate más o menos decente de Croacia acabó en la red. La fortuna acompañó a Kramaric, un náufrago solo en el área inglesa, pero también castigó la indolencia de la zaga británica. Era un uno contra seis. Los cuatro defensas (y dos centrocampistas) miraban con curiosidad si Kramaric será capaz de salir por sí mismo de la abismal inferioridad numérica; dando vueltas y requiebros, chutó. La pelota, frenada por el roce sobre Dier, desacompasó el vuelo de Pickford por atraparla.

Inglaterra jugó con su velocidad característica, pero con las variaciones que genera su nuevo modelo. El histórico 4-4-2 ha sido abandonado por Southgate, que apuesta claramente por los extremos. No abandonó esa idea con la momentánea derrota, solo la modificó: retiró a Rushford por el emergente Sancho y cambió de banda a Sterling. La velocidad se tornó en prisa, y la prisa en precipitación. Había que detenerse para reencontrar el hilo, y solo lo hizo el árbitro señalando infracciones. Con el balón parado, se aclaró Inglaterra.

Inglaterra - Croacia (2-1)

Inglaterra: Pickford, Walker, Gomez, Stones, Chilwell, Barkley (Alli, m. 64), Dier, Delph (Sancho, m. 73), Sterling, Kane, Rushford (Lingard, m. 73).

Técnico: Gareth Southgate.

Croacia: Kalinic, Vrsaljko (Milic, m. 26), Lovren, Vida, Jedvaj, Vlasic (Rog, m. 79), Brozovic, Kramaric, Modric, Perisic, Rebic (m. 46).

Técnico: Zlatko Valic.

Goles: 0-1 (m. 57), Kramaric se revuelve en el área y su tiro con la pierna derecha roza en y despista a Pickford. 1-1 (m. 78) Lingard empuja el balón sobre la línea de meta. 2-1 (m. 85) Kane mete la puntera en una falta lanzada por Chilwell.

Árbitro: Tasos Sidiropoulos (griego).

Tarjetas: Barkley (m. 26), Brozovic (m. 67), Jedvaj (m. 67), Lovren (m. 89).

Estadio: Wembley.