Incluso los mejores están expuestos a la derrota en cualquier momento. Eso es lo que sucedió el pasado jueves en el Mundial de pelota de Barcelona, donde el considerado mejor delantero de cesta punta, el guipuzcoano Iñaki Osa Goikoetxea, sucumbió junto al zaguero Ibon Aldazabal ante la pareja también española formada por Aritz Erkiaga y Jonatan ‘Duke’ Hernández en el Vall d’Hebron. No importa. Las enseñanzas y el legado que está dejando este puntista, un mocetón de 1,93 y 100 kilos, nacido en Zumaia en 1980, es tan monumental como los frontones de 54 metros en los que suele brillar.

"No había jugado nunca en Barcelona, nunca había tenido la oportunidad. Me está pareciendo un Mundial excelente. Espero que en el futuro se siga trabajando así por el bien de la pelota", asegura el puntista zumaiarra, el hombre que acumula un mejor historial en la especialidad más espectacular de la pelota. Campeón individual en 11 ocasiones, y 6 por parejas, ostenta también cinco veces la llamada Triple Corona. Mejor, imposible.

Y, pese a ello, Iñaki Goikoetxea no había tenido la oportunidad de jugar nunca en Barcelona, y en Madrid apenas lo ha hecho en los tres últimos años, desde su regreso del profesionalismo más absorbente en tierras de Florida (EEUU). "Sería muy positivo que las grandes ciudades, como Barcelona y Madrid, se implicaran en el deporte de la pelota. Aquí en Catalunya ha existido mucha tradición, y en los años 80 se jugaban bastantes funciones. Hay mucha gente que acudiría a los frontones, como se está demostrando en este Mundial. Madrid también está entrando poco a poco. Llevaba 20 años sin cesta punta y ahora ya llevamos tres años jugando ahí, y eso es muy positivo, no solo para mí, sino sobre todo para que los chavales que suben ilusionados puedan tener más oportunidades".

EMIGRANTE A LOS 16 AÑOS

De oportunidades, o más bien de buscárselas, sabe mucho este pelotari guipuzcoano, que empezó a jugar a los siete años en su pueblo. En seguida Zumaia se le hizo pequeño. A los 16 años tuvo la oportunidad de ir a jugar a Milán y no lo dudó. Estuvo seis meses en Italia. A los 17 años se marchó a Estados Unidos. Primero a Newport (Rhode Island), donde jugó dos años; después a Orlando, donde estuvo tres; y finalmente en Miami, donde se afincó desde el 2002 al 2015.

Así que, en la soleada Florida, Goikoetxea vivió la mejor época del jai alai -como se conoce a la cesta punta- en El Dorado de la especialidad. "Cuando fui había cinco o seis frontones en Florida, y dos más en el Norte. Jugábamos cada día. Era una vida muy bonita, viviendo el ambiente de la pelota con los otros jugadores, con la ilusión de ganar campeonatos. No paraba. Jugaba 12 meses al año, porque cuando paraba de EEUU iba a la temporada del País Vasco", explica el puntista, que lleva 22 años -más de media vida, pues- viviendo de su deporte, con más o menos apreturas.

"Poder vivir del deporte que me gusta es magnífico", afirma Iñaki. "De la pelota se podía vivir entonces, durante esa mejor época, y también ahora". Pero cuando hace tres años la empresa par la que jugaba quiso imponer el sueldo mínimo a todo el cuadro de pelotaris, lo que en su caso suponía un 70% menos de sueldo, el zumaiarra decidió rescindir su contrato de tres años y regresar. Tras un 2017 "triste y oscuro en mi carrera", según propia confesión, el puntista volvía a entrar en una dinámica de máxima actividad, con el Jai Alai World Tour en el País Vasco y Francia, cuatro meses en México y el resto de campeonatos.

DE LA UCI A PLANTA

La recuperación de actividad de Iñaki Goikoetxea coincide también con una cierta mejoría en la cesta punta, la especialidad más espectacular en un frontón, pero que ha llegado a estar "en la unidad de cuidados intensivos", según su propia comparación. "Hace tiempo que ya ha subido a planta, tras estar agonizando. Fue un poco de todo. La crisis, que ahora hay más deportes con apuestas… En EEUU tampoco son tan rentables las temporadas de quinielas. En mi época había funciones cada día y creo que la gente se aburrió de explotar así el deporte. Por eso cayó tan bajo. Ahora lo que hacen es buscar licencia de casino para poner un frontón ahí y poder apostar. Y en el Norte de España ahora comienzan a haber dos o tres campeonatos importantes, y Francia está trabajando bien".

Iñaki Goikoetxea no solo ha sido un pionero en buscarse la vida fuera desde joven sino en innovar en el mundo de la cesta punta, muy tradicional. Ahora luce una vistosa marca comercial no solo en el casco, sino también en el exterior de la herramienta, y no ha dudado en equipar una cámara o varias de Go Pro para hacer más espectaculares las retransmisiones televisivas. También protagonizó un anuncio ‘vintage’ para la firma Loewe, del grupo Louis Vuitton.

"Siempre ha habido patrocinios pequeños, pero yo he tenido la suerte de tener un patrocinio importante en el casco y la cesta. Y esto es muy bueno para mí y para los demás. Claro que me lo tuve que currar, porque me ponían pegas. De hecho, no jugué el Jai Alai World Tour del 2017 porque querían que jugara con un casco blanco. Pagué los platos rotos, pero al final se ha abierto la especialidad y ya no hay problemas. Ahora tengo 38 años, me siento bien, y seguiré jugando mientras el cuerpo me dé. Estar 22 años viviendo del deporte que me gusta ha sido magnífico, y me sigo divirtiendo mucho la hora y media que dura el partido. La preparación ya es mucho más dura", explica el mejor exponente de la cesta punta.