No queda otra que apretar los dientes, ya que los rivales también lo están haciendo. El Córdoba vuelve a tener esta tarde (16.00 horas) una nueva final por la permanencia, un objetivo muy lejos del marcado inicialmente por el club, pero que no tendrá fácil, además, lograrlo. Porque vistos los resultados de muchos de los que se están jugando la vida en esta temporada, los blanquiverdes no tendrán más remedio que romper su demoledora racha como visitantes si pretenden aspirar a seguir una temporada más en la categoría de plata del fútbol español.

Más de cuatro meses sin ni tan siquiera puntuar fuera de El Arcángel, desde aquel día de diciembre en el que el Córdoba se impuso en el Carlos Tartiere. Tras aquella victoria, derrotas en Girona, Tenerife, Lugo, Valencia, Tarragona, Sevilla y Valladolid. Y si el equipo de Carrión pretende tener una mínima garantía para huir de la quema no tendrá más remedio que sacar puntos fuera de casa. Para ello, el técnico blanquiverde no podrá contar ni con Cisma, ni con Piovaccari ni con Caballero, pero sí recupera a Héctor Rodas e introdujo en la lista de expedicionarios a Quiles, ya que posiblemente lo ocurrido durante la semana con Moha Traoré haya pasado factura al jugador de origen malí.

Por lo tanto, la gran incógnita del once titular cordobesista, esta tarde en Son Moix, se centra en la defensa. ¿Alineará Ca

rrión a los cuatro que tenía previstos contra el Almería y que no pudo al lesionarse Rodas en el calentamiento previo al encuentro? ¿Se quedará con el buen rendimiento ofrecido por Caro como central y por Antoñito en el lateral? Parece ser la única incógnita, ya que Kieszek es fijo en la portería, a Deivid hay que seguir dándole competición para que coja el nivel óptimo (o, al menos, el que necesita el equipo) y Bíttolo continúa confirmando su crecimiento y buen papel desde su debut en el Ciutat de Valencia.

En las bandas repetirían Pedro Ríos y Javi Galán, ambos con un rendimiento correcto, aunque con picos de desigualdad a lo largo de los encuentros. El veterano marca casi siempre una línea descendente entre un acto y otro, mientras que el jugador del filial tiene actuaciones guadiánicas: momentos de protagonismo dan paso a otros de notable ostracismo. Por dentro, los otros dos fichajes de invierno que continúan dando un buen nivel: Sergio Aguza y Javi Lara. Parece desenvolverse bien el equipo sin un mediocentro defensivo puro gracias a la gran capacidad de sacrificio que ofrece el barcelonés, lo que permite cierto resuello a un Javi Lara que no está llamado a esos trabajos y sí a los de dar algo de electricidad a un equipo que, por momentos, parece falto de energía. Arriba, el único delantero disponible en la plantilla y máximo goleador del equipo con 10 tantos, Rodri Ríos, que tendrá el acompañamiento del protagonista en la última victoria blanquiverde en casa, ante el Almería: Sasa Markovic. El serbio aún no está en su mejor momento de forma, pero los problemas de su equipo, no sólo clasificatorios, obligan a tirar de todo lo disponible. Y siempre podrá decir que está algo mejor que otro titular, Deivid. El trabajo entre líneas de Markovic se notó en la primera parte ante el Almería y, además, es un jugador con un buen disparo de media distancia. En cualquier caso, los dos goles que ha anotado en esta temporada han supuesto seis puntos para su equipo, un equipo que no anda precisamente sobrado de puntos.

Enfrente, un Mallorca que anda entre los nervios y la depresión, de ahí que su nuevo entrenador haya llegado con psicóloga para tratar individualmente a todos y cada uno de los componentes del banquillo. No se ha notado hasta ahora la mano de Sergi Barjuan en los dos encuentros que ha dirigido a su nuevo equipo. Empató en casa en su debut ante el Nástic de Tarragona y cayó por la mínima, la pasada semana, en La Romareda.

El once que alinee esta tarde de inicio es una completa incógnita. Ante los tarraconenses planteó una línea continuista con respecto a su antecesor, Olaizola, mientras que en Zaragoza cambió medio equipo titular, dando entrada a jugadores que, algunos, llevaban meses sin entrar en convocatorias. Una de esas víctimas fue el cordobés Raíllo, que podría volver a la titularidad hoy, mientras que en el lateral zurdo Oriol y Angeliño se disputan el puesto. Campabadal parece fijo en el lateral derecho, al igual que Héctor Yuste como pareja en el eje de la zaga de Raíllo. A partir de ahí continúan las incógnitas, aunque tanto Mountinho en banda como Brandon Thomas en la punta de ataque parecen fijos. El canterano es el mejor botón de muestra de este Mallorca. Es el máximo goleador del conjunto bermellón, con ocho goles, aunque el último de ellos lo anotó en la jornada 15, justo una semana después de haber ganado en El Arcángel (0-2), siendo el autor del segundo gol balear. Lógicamente, el objetivo del Córdoba será que el pichichi bermellón sume su jornada número 20 sin ver puerta rival. El club mallorquinista ha realizado una promoción a lo largo de la semana: cada abonado puede retirar gratuitamente hasta tres entradas, aunque la percepción en la isla es que será minoría el número de socios que aproveche el regalo. La depresión se ha instalado en clave bermellona y la percepción es que si esta tarde no se logra el triunfo ante el Córdoba la caída a Segunda División B será un hecho. Si no lo es ya.

Por su parte, el Córdoba no lo puede tener claro: haciendo un pleno de nueve de nueve -como la pasada temporada en Feria para regresar a puestos de eliminatorias de ascenso- en el tríptico Almería-Mallorca-Mirandés podrán afirmar que continúan una temporada más en Segunda División. Una derrota en Son Moix sería dar un mínimo de esperanzas a un rival directo y, lo que es peor, dilapidar la ventaja lograda hace tan sólo una semana con la victoria ante el Almería. Por lo tanto, el duelo de hoy para el Córdoba se plantea como una oportunidad para huir de la quema.