El Mundial de Fórmula Uno regresa de un mes de parón vacacional con el Gran Premio de Bélgica, en el circuito de Spa-Francorchamps, el primero de la segunda mitad de la temporada del adiós del español Fernando Alonso (McLaren), que anunció este mes que no competirá en F1 en 2019. La decisión del bicampeón mundial español de dejar la prueba reina del automovilismo de velocidad para perseguir otros objetivos, marca el reinicio del campeonato.

De esta manera, Spa-Francorchamps, donde nunca ganó Fernando Alonso, será el inicio del epílogo del asturiano en la Fórmula Uno -a la que no ha descartado que pueda volver en el futuro si cuenta con una propuesta competitiva-, en un animado parón del campeonato en el que a su decisión se ha sumado un destacado baile de pilotos. Ajenos a los movimientos viven los dos contendientes por el título y aspirantes al pentacampeonato: el líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), atesora 213 puntos después de dominar las dos últimas carreras en Alemania y Hungría, y su ventaja es de 24 tantos sobre el alemán Sebastian Vettel (Ferrari).

Spa-Francorchamps es territorio Mercedes desde hace tres campañas, con dos triunfos de Hamilton (2015 y 2017) y uno del que fuera campeón mundial en 2016, el alemán Nico Rosberg. En los tres casos, obtenidos dominando tanto la clasificación del sábado como la carrera del domingo. Para encontrar una victoria de Vettel en el circuito belga hay que retroceder hasta 2013. El teutón cuenta con dos triunfos en este trazado (2011 y 2013) por los tres de Hamilton (2010, 2015 y 2017), pero el dominador es el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), ganador en cuatro ocasiones (2004, 2005, 2006 y 2009). En Spa también alzó los brazos una vez Ricciardo (2014), pero nunca lo hizo Alonso. El circuito de Spa-Francorchamps, el más largo del campeonato con algo más de 7 kilómetros de longitud (7.004 metros en total), está situado en las colinas de la región de las Ardenas, y cuenta con una de las curvas icónicas de la competición, llamada Eau Rouge.