El portero del Liverpool Loris Karius pugna a estas horas por salir de la peor crisis deportiva de su vida. Los errores del cancerbero, indignos para un jugador profesional, allanaron el camino para que el Real Madrid consiguiera su Champions número 13. "Sé que los defraudé", reconoció Karius ante la emisora de radio Talksport.

"Perdí el juego para mi equipo, lo siento por todos, por el equipo, por todo el club, porque mis errores han costado tanto", se lamentó. "Si pudiera retroceder en el tiempo, lo haría ... Lo siento mucho por mi equipo, sé que los abandoné", continuó, "es muy difícil por ahora, pero es la vida de un portero".

En cualquier caso, el apodo de 'manos de mantequilla' que tenía Karius se confirmó el sábado sobre el terreno de juego y en el partido más inoportuno para confirmar esas credenciales. Primero cedió mansamente el balón a un Benzema sorprendido que marcó a puerta vacía. En la siguiente pifia transgredió el principio básico de cualquier portero infantil, orientar sus manos hacia el suelo para recibir un balón y encima no situarse en la perfecta trayectoria del balón para al menos rechazarlo . Imperdonable. La falta de Ramos a Salah fueron el otro ingrediente principal de la derrota y la polémica.

El portero alemán de 24 años pareció no preocuparse en el primer gol de Benzema cuando su pase fue interceptado por el delantero francés. Pero el tercer gol fue demasiado para cualquier aficionado exigente y se presupone que para él mismo.

Con lágrimas tras el silbato final, el alemán tendrá que vivir toda su vida con el peso de esos errores, un desastroso partido que impidió al Liverpool conseguir la copa más preciada del fútbol europeo.

El guardameta también ha querido compartir sus sentimientos en Twitter. donde ha agradecido el apoyo recibido por sus aficiones.