Después de 13 años de entrenador tras 15 años como futbolista profesional, Pep Guardiola sabe detectar cuándo hay señales de euforia, y nada más llegar a Lisboa ha activado la alarma. "Hay que desconfiar del Lyon", avisó el técnico de Santpedor en vísperas del último cuarto de final de la Champions del coronavirus en el estadio José Alvalade (21 h).

"El año pasado empatamos el partido de Lyon y perdimos el otro en casa", esgrimió Guardiola para sustentar el aviso. No hizo falta que recordara que el Olympique había eliminado a la Juventus. "Mis ayudantes me han dicho que fueron mejores en los dos partidos", rubricó, antes de expresar un respeto reverencial ante el técnico del cuadro francés, Rudi Garcia. El Lyon, sin embargo, ha protagonizado una mala campaña al terminar séptimo en el anticipado final de la Liga decretado en Francia y sinclasificarse para Europa. A falta de 10 jornadas estaba 28 puntos detrás del PSG, que ya está instalado en la semifinal.

A 18 puntos quedó el City del Liverpool, pero segundo clasificado y con la Champions de la próxima campaña asegurada. No obstante, es la última oportunidad para David Silva, que a los 34 años ya ha anunciado su retirada. El referente indiscutible, hoy, en el planeta cityzen es Kevin de Bruyne, que ha llevado el brazalete de capitán en las ausencias del canario. El futbolista belga ha asumido el liderazgo del equipo y ante el Madrid, en octavos, mostró su mejor versión.