Que los efectos de la pandemia del coronavirus en el deporte -como en todas las esferas- son brutales es algo que ya se ha podido comprobar. En algunos casos, las consecuencias serán irreversibles. La desaparición de numerosas entidades por la inviabilidad de seguir prestando servicios -y por lo tanto, generando ingresos- es un hecho que, desgraciadamente, se va a convertir en una negra rutina. En el caso del fútbol base, los damnificados están alzando la voz. Este viernes, once clubs de la ciudad se reunieron para compartir penas y reclamar soluciones. Apademar, Salvador Allende, Alcolea, El Higuerón, Alcázar, Séneca, Parque Cruz Conde, Don Bosco, San Lorenzo, Miralbaida y Figueroa son los firmantes de un duro comunicado, al que ha tenido acceso este periódico, en el que exponen la situación de desamparo en la que han quedado tras las medidas adoptadas por la Junta de Andalucía ante la situación sanitaria actual.

Los equipos subrayan que son "entidades sin ánimo de lucro", que realizan "una actividad deportiva principalmente social", por lo que la consideran "necesaria para el desarrollo de las personas". En su escrito denuncian su situación de "desamparo institucional", dado que "por parte de ningún organismo, desde que se decretara el primer Estado de Alarma, no hemos recibido ayuda alguna para seguir con nuestra actividad, inclusive teniendo que hacer frente a los gastos de luz, agua y mantenimiento de las Instalaciones Municipales Deportivas de algunos de los campos de fútbol de Córdoba, soportando la desinfección de la instalación y teniendo que invertir, tiempo y dinero para cumplir con todas las medidas de seguridad que se nos han pedido, además de algunas extras que se han tomado".

Los firmantes aclaran, no obstante, que desde el Instituto Municipal de Deportes (IMDECO) se hizo ingreso de la subvención de la temporada 18/19 en el mes de marzo, y "nos consta -dicen- que se está trabajando para que podamos recibir lo antes posible las subvenciones correspondientes a la temporada 19/20, lo cual agradecemos y es de primordial necesidad en el estado actual, ayudas públicas que recibimos por la actividad social que realizamos".

Las franjas horarias

Los clubs se muestran especialmente indignados por la normativa de actividades por edad. "No comprendemos el motivo que puede llevar a que nuestros jugadores menores de 16 años no puedan entrenar a partir de las 18 horas, dado que el toque de queda no es hasta las 22 horas y eso limita, de forma crucial, la planificación de unas instalaciones deportivas como la de Fátima, que compartimos dos clubs, contando con más de 500 deportistas que no pueden practicar su deporte favorito, ni todas las horas ni todos los días que deberían, dado que dichas medidas nos limitan de forma drástica los horarios de entrenamiento, y nos implican a no poder realizar nuestra actividad de forma normal", exponen.

El comunicado resalta que "esta limitación causa innumerables problemas para estos jugadores, dado que los horarios apenas les permiten salir del colegio, comer y estar entrenando antes de que se tenga en cuenta el reposo de digestión que todo deportista tiene que tener en cuenta, con la importancia que

debemos darle al desarrollo de unos buenos hábitos de comida y ejercicio en la formación de personas, que es al fin y al cabo nuestro mayor objetivo".

La puerta cerrada

"No compartimos entrenamientos a puerta cerrada, cuando se dispone de una instalación al aire libre, donde hasta la fecha se han seguido todos los protocolos y medidas sanitarias de forma rigurosa", explican, añadiendo que no ven "comprensible", cuando "todos los establecimientos están abiertos hasta las 18 horas", no poder "dar acogida a padres de jugadores menores, algunos de ellos llegados desde otras zonas de Córdoba, que tienen que quedarse fuera".

"Dichas medidas dejan fuera de nuestra actividad a algunos de los jugadores y personal técnico que venían desde otra localidad", y que tras estas medidas se deben "quedar en casa".

La falta de público, además, genera un tapón total de ingresos. "La situación actual nos deja en una situación económica incierta, que puede llevarnos a la quiebra, sin ayudas, sin apenas ingresos y teniendo que seguir soportando todos los gastos derivados de la actividad", señalan los clubs, que agradecen "a la RFAF su esfuerzo y dedicación desde el primer día para que todos los niños puedan jugar al fútbol, luchando por que el fútbol siga estando presente en la vida de nuestros jugadores, y los clubs podamos seguir desarrollando nuestra actividad".

"Mientras podamos, seguiremos trabajando para llevar a cabo nuestra actividad de la mejor forma posible y luchando porque nuestros jugadores puedan seguir disfrutando de su deporte", finalizan.