No hubo reacción de los Cavs. Los Warriors se llevaron también el cuarto partido de las finales, barrieron a Cleveland con un 4-0 histórico en la serie, y se convirtieron en campeones de la NBA por segundo temporada consecutiva. Tres títulos en los últimos cuatro años para un súper equipo que ya ha sentado las bases de una más que posible dinastía.

Kevin Durant se llevó el MVP de las finales, premio que ha resultado polémico al ser Stephen Curry el mejor jugador de los Warriors en tres de los cuatro partidos de la final, también en el cuarto en el que anotó 37 puntos. A pesar de ello, la exhibición anotadora de Kevin Durant en el tercer partido, en el que anotó 43 puntos, y un cuarto partido en el que realizó un triple doble (20 puntos, 10 asistencias y 12 rebotes) le han valido de abales para lograr el entorchado individual. 28.8 puntos, 10.8 rebotes, 7.5 asistencias y 2.3 tapones de promedio en los cuatro partidos de la final para él. En cuanto al otro nombre propio de las finales, LeBron James, acabó la serie con unos promedios de 34 puntos, 10 asistencias y 8.5 rebotes. Numerazos a pesar de lo que el propio James reconoció en la rueda de prensa posterior al cuarto partido, el Rey jugó los tres últimos partidos de la final con la mano rota. Un LeBron que es agente libre este verano, y que parece muy probable que abandone Cleveland para buscar ganar su cuarto anillo con otro conjunto.

En cuanto al encuentro, los Warriors fueron superiores desde el inicio del encuentro. Desde el salto inicial, los de Steve Kerr tomaron la delantera en el marcador, llegando a tener rentas durante el primer cuarto de hasta 11 puntos. Pero lo que era más preocupante para los Cavs era que jugadores como Green o Iguodala estaban aportando mucho en ataque. El orgullo de LeBron James, ayudado del tiro exterior de Love, y el acierto de JR Smith era lo único que permitía a Cleveland no hice del partido. Con estas, se llegó al descanso con 52-61 favorable a Golden State. Tras el paso por el vesturio, Warriors salió dispuesto a acabar con el partido en el tercer cuarto. Un parcial de 20-11 de incio que colocó el 63-81 en el marcador hizo que los Cavs sacaran prácticamente la bandera blanca. No hubo más partido. El último cuarto fue una pachanga sin apenas intensidad. Lo único reseñable de los últimos 12 minutos fue cuando a falta de 4 minutos para el final del partido, LeBron se marchó del partido despidiéndose de cada uno de sus rivales, y de una afición que muy posiblemente vio sus últimos minutos baloncestísticos con la camiseta de Cleveland Cavaliers. 85-108 final para unos Warriors que vuelven a coronarse, por segundo año consecutivo, como campeones de la mejor liga de baloncesto del planeta. Golden State Warriors es campeón de la NBA.