Hace un año Geraint Thomas, uno de los escuderos de Chris Froome en el equipo Sky (hoy Ineos), lanzó un aviso al imponerse en la general del Critérium del Dauphiné, una de las pruebas en la que los candidatos al Tour de Francia preparan la gran cita. Y el supuesto gregario acabó también de amarillo en París en julio. Este sábado otro supuesto gregario del conjunto británico, el holandés Wout Poels, se ha llevado la etapa reina del Dauphiné.

No debería ser Poels el líder del Ineos en el el Tour, por más que Froome se encuentre hospitalizado, ya que Egan Bernal y el propio Thomas, que disputan la Vuelta a Suiza, deberían ser las bazas de la escuadra de Dave Brailsford. Pero la victoria de un supuesto gregario deja claro que el conjunto británico puede ser el rival a batir en el Tour.

Quintana, descolgado

El liderato del Dauhiné, sin embargo, ha ido a parar a hombros de Jakob Fuglsang. El líder del Astana ordenó a su equipo tirar en el último puerto, el monte de Pipay, cuando Nairo Quintana lanzó su ofensiva a 11 kilómetros de la meta. El conjunto kazajo le echó el guante al colombiano y este acabó descolgado del grupo de favoritos y cayendo del top 10.

Más cerca de meta, a unos 4 kilómetros, el danés intentó escaparse, sin éxito. Tampoco dejaron irse a Romain Bardet. Pero los acelerones fueron haciendo mella en el grupo y ya a 1,5 kilómetros del final Fuglsang logró por fin unos metros de ventaja junto al alemán Emanuel Buchmann. Adam Yates, con el jersey de líder, tuvo que dar la cara para salvar el amarillo, pero no tuvo fuerzas para atrapar al dúo de cabeza.

Yates cede el amarillo

Sí las encontró en cambio Poels, que sorprendió a los dos fugados cuando parecían pensar ya en jugarse el triunfo entre ambos. El holandés les cazó en los últimos metros y les descolgó para llevarse la victoria de etapa, aunque Fuglsang sí pudo conseguir el liderato, con 8 segundos de ventaja sobre Yates y 20 sobre Tejay Van Garderen. De hecho, el septimo clasificado, Thibaut Pinot está a solo 33 segundos, lo que deja la carrera abierta para una última etapa corta (113,5 kilómetros), pero con siete puertos de montaña, dos de ellos de primera categoría.