Jakob Fuglsang (Astana) se ha impuesto este domingo en la Lieja-Bastoña-Lieja, un triunfo que supone el primer 'monumento' en su palmarés y que pone el merecido broche de oro a una espectacular semana del corredor danés. Fuglsang, que ya fue tercero el pasado domingo en la Amstel Gold Race y que solo sucumbió al poderío de Julian Alaphilippe en el muro de Huy, final de la Flecha Valona, ha ganado en solitario la decana de las clásicas, el epílogo del Tríptico de las Ardenas.

Alejandro Valverde, cuatro veces ganador en Lieja, no ha podido ni siquiera acabar la prueba. El murciano se bajó de la bicicleta a 103 kilómetros del final aquejado de unos "problemas físicos", según explicó el equipo Movistar, que después él mismo aclaró en Twitter: "Me caí entrenando el jueves. Me hice daño en el sacro y hoy hemos tomado la salida pero no ha habido mejoría".

Apartado el murciano, la carrera se planteaba otra vez como un duelo entre Fuglsang y Alaphilippe (Deceuninck) que se debía resolver en la Roca de los Halcones, una cota de 1,3 kilómetros y un desnivel medio del 11% situada a 15 kilómetros de la meta. Ahí el veterano danés, de 34 años, lanzó su ofensiva y no halló respuesta en el francés, que fue perdiendo posiciones en el pelotón, sino en el italiano Davide Formolo (Bora) y del canadiense Michael Woods (Education First). En una exhibición de fuerza, el líder del Astana descolgó a ambos para llegar en solitario a la línea de meta, no sin llevarse un susto a 4 kilóemtros del final al trzar mal una curva y estar a punto de besar el suelo.

Fuglsang aventajó en 27 segundos a Formolo y en 57 a un grupo en el que viajaba Mikel Landa (7) y en el que el más rápido para lograr la última plaza del podio fue otro Bora, el alemán Maximilian Schachmann.